El empeoramiento de las perspectivas de crecimiento en la zona euro, junto con el débil PIB del segundo trimestre, ofrece una sombría imagen para la turbulenta recuperación económica de Hungría. Hemos corregido nuestra previsión de crecimiento a la baja tanto para 2011 como para 2012, al 1,9% y 1,5%, respectivamente, señalando que todavía quedan muchos riesgos. Los desajustes de divisa, el constreñimiento de los préstamos y la mayor incertidumbre sobre la trayectoria de crecimiento en Hungría y sus principales socios comerciales afectarán al consumo doméstico y a la inversión fija. A la vez, una actividad económica más débil y la reciente corrección de los mercados de productos básicos nos llevan a revisar nuestra previsión de inflación anual media hasta el 3,7% para 2011 y el 3,0% para 2012.
Por Jelena Vukotic.