En el simposio del 26 de agosto en Jackson Hole, el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, siguió indicando su disposición para facilitar estímulo adicional a fin de dar apoyo a la recuperación, aunque fue menos manso de lo previsto, dejando el resto del debate sobre la posible forma de la tercera ronda de flexibilización cuantitativa para la junta de septiembre del Comité Federal del Mercado Abierto. Bernanke subrayó que la economía estaba dando muestras de una falta de demanda agregada más que de una conmoción estructural de la oferta (indicando con ello que era conveniente un nuevo acomodo de la política monetaria). Con todo, Bernanke también señaló la necesidad de estímulo fiscal a corto plazo, cosa que concuerda con nuestra idea de que en una trampa de liquidez, cualquier nuevo esfuerzo de flexibilización monetaria debe ir acompañado de un esfuerzo de estímulo fiscal a fin de conseguir algún efecto positivo significativo sobre la demanda en agregado.