Los acontecimientos de los últimos tiempos -las revisiones de las cifras estadounidenses del PIB, la degradación por S&P de la deuda estadounidense a largo plazo y la caída de los precios de los productos básicos- han llenado los mercados de incertidumbre sobre la salud de la economía mundial. La caída de los precios de los productos básicos y las perspectivas de menores flujos de capital a largo plazo suponen una especial preocupación para Latinoamércia y nos recuerdan los riesgos que afronta la región. Probablemente el banco central de Chile se mantenga a la espera en su junta del 18 de agosto, habida cuenta del deterioro de la dinámica mundial y la mejora de las perspectivas de inflación. De igual forma, mientras los riegos para el crecimiento global se materializan es probable que Banrep de Colombia deje las subidas, teniendo en cuenta los efectos sobre la inflación importada, los precios del petróleo, la liquidez global, los diferenciales del tipo de interés y los volúmenes de exportación que conllevaría la inminente recesión estadounidense.
Por Juan Lorenzo Maldonado.