Desde que el 8 de agosto inició su programa de compra de bonos (SMP), el BCE ha comprado un total de 96.000 millones de bonos españoles, portugueses e irlandeses, 22.000 millones sólo la pasada semana. Está previsto que las compras se mantengan a corto plazo, al menos hasta que se apruebe la Facilidad Europea de Estabilización Financiera (EFSF) para entrar en compras del mercado secundario. Habida cuenta de las actuales compras de SMP como porcentaje del PIB de Irlanda y Portugal como referencia, las compras de activos a gran escala podrían suponer aproximadamente el 10% del PIB de Italia y España. En nuestra opinión, la intervención a gran escala o flexibilización cuantitativa -incluso sin esterilizar- no sólo es deseable desde la perspectiva de la estabilidad financiera, sino también desde la de la política monetaria, vista la perspectiva de crecimiento en rápido deterioro en la zona euro y todo el mundo.