Hoy el BCE ha anunciado su decisión de política monetaria de agosto. Aparte de quedar a la espera, el BCE cada vez afronta más presiones para asumir el papel de prestamista de último recurso y ampliar las medidas de liquidez no estándares y retomar el programa de compra de bonos a gran escala, al menos hasta que los gobiernos ratifiquen los nuevos poderes de intervención de la Facilidad Europea de Estabilización Financiera (EFSF). Se ha reducido radicalmente el alcance para nuevas subidas de tipos según medición de las expectativas del mercado, aunque el BCE mantuvo una postura dura en la junta del 7 de julio.