Tras un crecimiento muy superior a la tendencia a finales de 2010 y principios de 2011, ahora los principales indicadores señalan una moderación en los próximos trimestres. Las medidas tomadas por el regulador bancario en junio han modificado la mezcla política general hacia un endurecimiento. Un gran déficit por cuenta corriente y un arriesgado perfil de financiación mantendrá a Turquía vulnerable a las conmociones externas.
Por David Rogovic.