El 25 de julio, el banco central de Turquía anunció que había suspendido sus subastas diarias de compras de divisas. En los últimos meses, el banco redujo el importe máximo diario de 50 a 40 millones de dólares. A fin de ampliar la estructura de pasivo de los pasivos bancarios, el banco también anunció que reduciría la tasa de rendimiento sobre los pasivos de divisas a 12 meses, manteniendo inalterado al mismo tiempo la tasa de rendimiento a corto plazo.