De los noventa bancos europeos, ocho han suspendido las pruebas de resistencia, con un déficit combinado de capital calculado en 2.500 millones de euros según los datos del 15 de julio. Entre los ocho bancos suspendidos se incluyen cinco españoles, dos griegos y uno austriaco. A finales de 2010, la Asociación Bancaria Europea (ABE) calculaba que veinte entidades presentarían unos índices de capital inferiores al 5%, con un déficit total de 26.800 millones de euros pero la cifra final de suspensos se redujo a ocho debido a los 50.000 millones de euros recaudados entre enero y abril de 2011. A partir de esos datos, la ABE recomienda que los reguladores nacionales vigilen de cerca las entidades con índices de clase 1 próximos al 5% y una deuda soberana considerable, y garanticen que se tomen medidas concretas para mejorar los ratios de capital.