Aunque Sudán del Sur ha estado disfrutando de la emoción de la independencia y los buenos deseos de gran parte de la comunidad internacional, sigue teniendo muchos golpes en su contra: la omnipresente pobreza, infraestructuras insuficientes, falta de mano de obra especializada e instituciones no desarrolladas. Los problemas económicos y políticos pendientes de resolver, incluida la disputa fronteriza y la falta de acuerdos claros de tránsito y reparto de petróleo, complican la emergencia de Sudán del Sur y podrían sumarse a las presiones inflacionarias regionales y empañar las perspectivas de crecimiento.
Por Corinna Bordewieck y Rachel Ziemba.