Cuando el gasto federal de Estados Unidos está a punto de llegar al techo de deuda aproximadamente el dos de agosto, creemos que un plan de reducción del déficit de entre 2,0 y 2,4 billones de dólares, aparejado a una ampliación de tamaño similar del techo de la deuda, parece más plausible que un trato mayor en las continuas negociaciones. Habida cuenta de la actual debilidad económica y de las elecciones de 2012, es posible que el principal embate de los recortes del gasto esté diseñado para comenzar con ímpetu a partir de 2013. Con todo, sigue corriéndose el riesgo de una exacerbada rémora fiscal en 2012. Aunque no se llegue a ningún acuerdo antes del dos de agosto, sigue siendo muy improbable que el Tesoro pierda los pagos de intereses.
Por Prajakta Bhide y David Nowakowski.
