Moody's redujo la calificación crediticia de Portugal en cuatro niveles hasta basura, con perspectivas negativas, citando el riesgo de un segundo paquete de rescate (posiblemente con implicación del sector privado) antes de que el país pueda volver a los mercados de capital en 2013. Cuando las agencias de calificación empiezan a colocar a Portugal en el territorio de la calificación de basura, el BCE tendrá que ajustar sus normas colaterales para la deuda portuguesa de la misma manera que lo hizo para Grecia e Irlanda, dado que se encuentran bajo la protección de la UE / FMI.