
La Seda de Barcelona acometió el año pasado una fuerte devaluación del valor de participaciones en sociedades filiales y de los créditos que, en su condición de matriz, mantiene con ellas. Según un comunicado del secretario del consejo de administración, Javier Fontcuberta, las pérdidas contables por estos dos conceptos ascendieron a 68,5 millones de euros sólo en el ejercicio 2010.
La mayor parte de esos deterioros corresponden al valor de las participaciones que La Seda tiene en el grupo filial Artenius, un grupo creado por La Seda con las fábricas de plástico PET que en 2005 compró al grupo portugués Matos, por entonces primer accionista de la compañía catalana. El precio de aquella transacción ascendió a 90 millones e incluía fábricas de producción de PET en Portugal, Italia, Grecia y Turquía entre otros activos.
Con estas plantas y otras que ya eran propiedad de La Seda (por ejemplo la fábrica de San Roque, Cádiz) la compañía decidió la creación de Artenius, una sociedad fabricante de plástico PET y también envases para embotelladoras.
Deterioros contables
Según Fontcuberta, los deteriores contables incluyen pérdidas por valor de las participaciones financieras de La Seda y dotaciones de créditos por valor de 68,5 millones.
En cuanto al origen de las pérdidas por naturaleza de las mismas, 7,4 millones son dotaciones de créditos, mientras que la mayor parte, unos 38,1 millones, son devaluaciones obligadas o voluntarias de las participaciones financieras de La Seda en las filiales.
Según el secretario del consejo de La Seda, los mayores impactos en el valor de los activos se han producido precisamente en Artenius Portugal y Artenius Grecia, 6,6 millones y 3,5 millones repectiviamente. También se ha deteriorado la particpación de Artenius Pet Packagi Deutschland en otros 12,1 millones.
En fábricas españolas, los dos grandes deterioros se producen en Artenius San Roque (23 millones, que corresponden a la diferencia del precio pagado por Cepsa y el valor en libros que tenia la sociedad antes de la venta).
Junta a estas desvaloraizaciones, el secretariod el consejo de La Seda reconoce la condodación de otros 20 millones de ueros a Artlant PTA (anteriormente Artenius Sines).
Los accionistas minoritarios de La Seda, organizados bajo la asociación Unidos por la Seda, temen que estas devaluaciones sean previas a la reventa de las instalaciones de nuevo al grupo portugués Matos, "con lo que La Seda tendría que asumir las minusvalías y los portugueses se quedarían con el beneficio de haber vendido caro y ahora comprar barato y perjudica a los pequeños inversores".
Los temores no son infundados ya que La Seda acaba de revender su filial Artenius Portugal a una sociedad controlada por el grupo Matos (Control PET, participada por el grupo Imatosgil y Banco Espírito Santo). El precio de la operación se ha pactado en una cantidad fija de 5,6 millones (pagadera hasta el 2015). La operación, según La Seda, sirve para reducir deuda.