Tal y como se esperaba, la reorganización del gobierno fue suficiente como para garantizar la superación de la cuestión de confianza para el gobierno griego, y evitar con ello unas caóticas elecciones anticipadas. El próximo obstáculo es la aprobación del paquete de austeridad el 28 de junio, requisito previo para asegurarse la financiación de la UE, que condiciona la liberación por parte del FMI de su parte del tramo de 12.000 millones de euros necesarios antes del 15 de julio para evitar el déficit de efectivo. En vista del riesgo político tanto en Grecia como en la UE respecto de un acuerdo sobre un segundo paquete de rescate, RGE no considera que el actual acuerdo sea estable, ya que no puede descartarse el riesgo de reestructuración como último recurso.
