Tras nueve meses de limbo político y relativo que siguieron a las elecciones de marzo, el parlamento de Irak ha aprobado al nuevo primer ministro Nouri al-Maliki y a su gobierno. Éste ha apremiado a su gabinete para que pasen una ley de hidrocarburos que de confianza a las compañías petroleras internacionales que han firmado contratos con Irak.
