Como se suponía, la cumbre de 16 y 17 de diciembre de Estados Unidos concluyó con un acuerdo para crear un Mecanismo Permanente para la Estabilidad de Europa y, como consecuencia, modificar el Tratado de Lisboa. Los líderes europeos paralizaron el aumento del fondo de rescate, no tomaron una decisión sobre el lanzamiento conjunto de bonos de la Eurozona ni dieron ninguna explicación sobre los próximos pasos a seguir.