En el mes de septiembre el rublo se debilitó frente a la cesta dólar-euro, alcanzando su nivel más bajo desde febrero de 2010. Algunos analistas consideran que la reciente depreciación es un fenómeno temporal y esperan que el rublo se aprecie antes de final año, cuando el Banco Central de Rusia trate de contener el aumento de la inflación a través de una apreciación de la moneda en lugar de subidas de los tipos de interés.