
El 17 de noviembre se celebra el Día Internacional del Cáncer de Pulmón, una jornada en la que no está de más poner sobre la mesa las cifras que arroja este tumor, uno de los de mayor incidencia y la causa principal de mortalidad por cáncer. Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en 2017 provocó más de 275.000 fallecimientos en toda Europa. En España, la mortalidad por cáncer de pulmón se calcula por encima de 21.000 enfermos anuales. Actualmente, en nuestro país se estima que detectamos más de 23.000 nuevos casos anuales y, si la tendencia no cambia, en 2035 pasaremos de los 40.000 nuevos casos.
No obstante, es importante destacar en este día el trabajo constante de investigadores y sanitarios que, en este tipo de tumor, está dando como resultado grandes avances. Ejemplo de ello es toda la nueva era de la Oncología de Precisión, con el estudio y detección de biomarcadores en los tumores de los pacientes, que abren vías de tratamiento dirigido, capaces de modificar drásticamente la respuesta y evolución de la enfermedad.
La inmunoterapia constituye otro principal avance en el tratamiento del cáncer de pulmón. En la actualidad se orienta sobre todo a desbloquear las defensas del paciente frente a la enfermedad. Se van conociendo características biológicas del tumor que lo hacen sensible a la inmunoterapia y ayudan a aplicarla con mayor precisión. Para que su resultado sea aún más efectivo, se hace necesario avanzar más en este conocimiento e implementar en la práctica clínica diaria el uso de mejores herramientas de diagnóstico predictivas, que pueden basarse en los análisis genómicos y los inmunogramas, para ofrecer el tratamiento a aquellos pacientes con más probabilidades de respuesta.
El Proyecto ARCHE, en el que llevamos meses trabajando junto con otros centros europeos, es un buen ejemplo en esta línea de investigación. Abanderado por la compañía de teranóstica OncoDNA y con un presupuesto de 6 millones de euros, su objetivo es demostrar la utilidad clínica de sus soluciones y validar el valor predictivo del inmunograma en varios tipos de cáncer como los de pulmón, vejiga, colon, gástrico, endometrio, cabeza y cuello y esófago. En concreto se están completando estudios retroprospectivos en un total de 300 pacientes, a los que se está realizando un análisis genómico de biopsia sólida (muestras del tumor primario o metastásico) y también de biopsia líquida (muestras de sangre).
Los resultados del estudio del inmunograma se compararán con los obtenidos en la práctica real de respuesta a la inmunoterapia, con el objetivo de definir el valor predictivo de esta nueva herramienta. Unos resultados que aún tendrán que esperar pero que se auguran prometedores.