¿Cree que están justificados los elevados precios de los nuevos medicamentos contra la hepatitis C por su valor terapéutico y ahorro de gasto sanitario futuro o debe anteponerse su impacto presupuestario?
En el caso de los nuevos tratamientos para la hepatitis C, se trata de fármacos de alta eficacia, algo muy distinto a la mayoría de nuevos medicamentos. Si se aplicara un sistema de precios basado en el valor -coste máximo por año de vida ganado ajustado por calidad, Avac-, es posible que el precio resultara algo más reducido, pero no muchísimo más ya que ganan muchos Avac.
Existen diversos nuevos tratamientos en espera de ser aprobados en breve que van a desplazar a los que ahora estamos justo empezando a financiar. Parte de la presión (directa, e indirecta a través de los pacientes) de las empresas farmacéuticas que han tenido los primeros fármacos de esta clase en entrar en el mercado se debe a que tienen que recuperar la inversión en un período de tiempo que seguramente será muy corto, pero esto es el resultado esperable en un mercado con competencia y no justifica mayores precios.
¿Cuáles considera que son las claves a la hora de financiar o negociar los precios de medicamentos que son tan eficaces?
El problema con estos medicamentos es que constituyen el primer caso a gran escala de un tratamiento muy eficaz para un volumen de población bastante elevado y con precios desorbitados, al estilo de los de los nuevos tratamientos oncológicos, pero dirigidos a un volumen de población mucho menor.
En cuanto a los criterios de fijación de precios seguidos por las empresas, en este caso parece que tienen en cuenta la capacidad de pago de los financiadores -la renta- y el volumen de personas a tratar: a menos renta precio más bajo -caso de Egipto, con una prevalencia elevadísima-. Lo adecuado es una negociación de cifra de compra basada en la cantidad de pacientes a tratar y una estrategia de competencia terapéutica a la vista de los nuevos productos para esta indicación que van a entrar en el mercado en fechas próximas. Una estrategia como la de licencia obligatoria responde a un caso extremo y tendría consecuencias negativas desde muchos puntos de vista.