El Sistema Nacional de Salud tendrá que asumir un gasto extra de unos 500 millones de euros por un incremento fiscal obligado por una sentencia europea de 2013. Entre 350 y 370 millones correrán a cargo del propio sistema público, según prevé el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), un cálculo que la patronal Fenin eleva hasta los 425 millones de euros. Más noticias en el suplemento gratuito elEconomista Sanidad
De esta cantidad, las regiones recuperarán la mitad por la transferencia del 50% del IVA a través de la financiación autonómica, pero no serán fondos finalistas, sino que se podrán dedicar a otros capítulos.
Por su parte, el coste para el sector de clínicas y hospitales privados ascenderá a 83 millones de euros, según ha avanzado el IDIS. En este último caso, casi imposible de recuperar. En total, la subida del impuesto indirecto supondrá una factura de cerca de 500 millones de euros para el SNS.
Los centros privados no han tenido más remedio que curarse en salud y adelantar todas las compras posibles este año para ahorrar costes al máximo, hasta el punto de llenar los almacenes para stock de productos adquiridos con el IVA al 10%, a pesar del coste financiero que implica. En el caso de materiales, suturas, instrumentos, laboratorio o equipos pequeños como ecógrafos no hay tanto problema para provisionarse durante los últimos meses del año. Más complicado resulta anticipar la compra de equipos y tecnología de diagnóstico o tratamiento porque a Hacienda no le basta con presentar la factura de compra, sino que obliga a que la recepción del equipo en el centro sea efectiva, explican fuentes del sector. Desde Fenin, la patronal de la tecnología sanitaria, reconocen que esta estrategia supondrá un bache en la facturación de las compañías el año que viene.
Los públicos, sin maniobra
Los hospitales públicos no han optado por esta fórmula de adelantar compras. Luis Carretero, director gerente del Sescam, no lo ve al menos factible en el sector público. La subida del impuesto se produce además sin anestesia. Los hospitales públicos o privados soportan el IVA de todos los productos y servicios que necesitan, pero no lo pueden repercutir de manera directa a pacientes, aseguradoras o servicios públicos porque los servicios de asistencia sanitaria se facturan exentos de IVA. Por eso, el sector denuncia que se trata de "un agravio comparativo importante". Lo que también tiene claro el sector es que el impacto económico de la medida va a ser una pesada losa para su cuenta de resultados, según los cálculos del IDIS, que aúna a 23 grupos sanitarios privados en España.
Los costes para el sector hospitalario privado se calculan en 82,8 millones de euros, el 2,6% de sus compras habituales, que equivale al 0,8% de sus ingresos. Esta erosión de las cuentas del mercado hospitalario representa una merma de los resultados en ebitda del 8% de media, avanza el IDIS, lo que supone que uno de cada dos centros privados en España tendrá resultados negativos o menores de 500.000 euros. Las consecuencias para el sector pueden ser nefastas tanto en su solvencia como en el empleo, advierten desde la asociación, que considera que el sector podría verse abocado a recortar 5.553 puestos de trabajo, el 12% del total, para mantener su rentabilidad.
Todas las asociaciones, incluidas la Federación Nacional de Clínicas Privadas (FNCP), la Confederación Nacional de Clínicas y Hospitales Privados (Cnchp) y la Asociación Nacional Empresarial del Laboratorio Clínico (Anlac), han rechazado el incremento y avisan de que "si no se toman medidas de apoyo a las partes de la cadena de valor afectadas, y no se plantean medidas de estímulo a la compra de tecnología, como ocurre en otros sectores productivos, esta subida puede poner en riesgo tanto la actualización tecnológica futura como la competitividad y la viabilidad de muchos centros acreditados", aseguran en un comunicado.
Los usuarios también van a verse afectados por la onda expansiva de la subida del IVA sin que, hasta la fecha, ninguna asociación de consumidores o de pacientes haya levantado demasiado la voz. La falta de inversión en la renovación de equipos de los centros privados y públicos va a repercutir en la calidad de los productos de tratamiento, diagnóstico o cuidado y, en definitiva, en la asistencia recibida, explican desde la patronal de la sanidad privada a elEconomista.
No hay que olvidar tampoco que se van a detraer recursos de la sanidad pública para afrontar el coste de la tributación. Y es que si no se compensa la subida con medidas de estímulo a la compra de tecnología, como ocurre en otros sectores, el frenazo de las inversiones por parte de hospitales y clínicas públicas y privadas se prolongará, cuando la obsolescencia tecnológica es ya un problema de primer orden del Sistema Nacional de Salud.
Papel de las aseguradoras
Los hospitales privados han hecho el ejercicio de trasladar los costes de la subida del IVA hacia el sector asegurador, una posibilidad remota si se tiene en cuenta que son las aseguradoras quienes imponen sus condiciones y precios, admiten. Esta transferencia de costes implicaría que el precio de las primas se incrementaría en 18 euros anuales, un 2,5% más, para absorber el impacto del alza de la tributación indirecta. En total, el coste medio por hospital de la subida representa una carga adicional de 93.585 euros para cada centro.
Juan Antonio Álvaro de la Parra, director regional de IDC Salud, no ve otras alternativas para digerir el impacto del IVA que repercutirlo al cliente privado, gestionar los costes concentrando volúmenes de compra en pocos proveedores o mejorar la productividad sacando un mayor rendimiento a los equipos, lo que implica un incremento de costes de personal.
El único punto positivo que el sector ve en el alza del IVA es que tributarán al mismo tipo la tecnología que los servicios, por lo que se podrá optar por comprar una dotación o una prestación y se abren así nuevas fórmulas de colaboración público privada, sostiene Manuel Vilches.