Las farmacias de Cataluña y la Comunidad Valenciana no cobran las facturas de los medicamentos dispensados desde el mes de febrero. Les deben los meses de marzo y abril, que deberían estar ya abonados, según lo firmado por las boticas con sus Ejecutivos regionales. En total, las dos administraciones suman ya una deuda de 366 millones de euros, de los que 228 millones corresponden a la Generalitat de Cataluña y 138 millones al Gobierno valenciano.
La situación afecta a unos 5.600 establecimientos: las 3.100 farmacias de Cataluña y las 2.300 de Valencia. En este caso, los boticarios ya han avisado que en el plazo de 10 días -a mediados de junio- podrían producirse casos de desabastecimiento de números medicamentos, ya que los farmacéuticos no pueden hacer frente a más adelantos. "Tras dos años y medio de impagos continuosn las boticas no disponen ni de capacidad de crédito ni de patrimonio personal con los que afrontar este nuevo incumplimiento", ha asegurado el Consejo Valenciano de Colegios de Farmacéuticos.
Para Ángel Vives, presidente de la Confederación Empresarial de Farmacias de la Comunidad Valenciana, "es incomprensible cómo fue aprobado un presupuesto para la Comunidad Valenciana tan irreal como insuficiente, pues ya está agotado antes de llegar a mitad de año". "Si no cambia la situación, estos impagos afectarán de forma grave al servicio fundamental prestado a los ciudadanos, que no podrán disponer de los medicamentos imprescindibles para tratar sus enfermedades y mejorar su calidad de vida", asegura el portavoz de las boticas valencianas.
Mayor riesgo en verano
Los farmacéuticos advierten que la falta de existencia de medicamentos se producirá a las puertas de la entrada del verano, cuando la afluencia de visitantes hace que la demanda sea superior.
En el caso catalán, según el Consejo de Colegios de Farmacéuticos de Cataluña, la Generalitat tendría que haber pagado ayer 113,2 millones de euros correspondientes a la factura de los medicamentos dispensados durante el mes de abril.
Esta factura impagada que queda pendiente se suma a la de marzo, que ascendía a 115,5 millones de euros, que deberían haber cobrado el pasado 5 de mayo. De esta forma, son 228,7 millones la deuda acumulada. Si no hay cambios en el calendario previsto de pagos, los farmacéuticos cobrarán estas facturas con una media de tres meses después de haberlos dispensado.