
La práctica de ejercicio puede ser clave a la hora de calmar la ansiedad que sufren quienes intentan dejar de fumar, ya que la actividad física favorece la producción de endorfinas, unos neurotransmisores que estimulan el cerebro de similar manera que la nicotina. Hacer ejercicio mejora el funcionamiento cerebral de los pacientes con VIH.
Así lo han asegurado desde la farmacéutica Pfizer, que apuesta por apuntarse al gimnasio, salir a correr, nadar o montar en bicicleta como algunas de las claves para dejar atrás una adicción que afecta al sistema cardiovascular y pulmonar.
Según explican, el simple hecho de andar 20 minutos al día ayuda a la condición aeróbica del cuerpo, disminuye la presión arterial y el colesterol; 25 minutos de trote la condición cardiaca; 20 minutos de natación incrementan la masa muscular y estimulan el sistema cardiovascular; y tan solo 20 minutos de ciclismo ayudan a la ventilación pulmonar.
Dieta rica en hidratos
Este hecho, combinado con una dieta rica en hidratos de carbono, antioxidantes como las vitaminas C, E y B, potasio para mejorar la presión y lácteos, contribuye a la recuperación del sistema pulmonar y cardiovascular, a la vez que se crea una rutina progresiva diaria que ayuda a no depender de la nicotina.