Dedicar alrededor de una hora a estar "al aire libre" puede aumentar las posibilidades de sentirse feliz, de fortalecer la memoria e incluso de comprometerse a terminar las tareas, de acuerdo con con el profesor de psicología de la Universidad de Chicago, Marc Berman. El mismo es coautor de un estudio que analizó el impacto que tiene el pasar tiempo en la naturaleza para la salud mental.
"Un paseo de tan solo 50 minutos en el exterior puede aumentar tus capacidades de atención y concentración, pero también mejorar tu memoria hasta en un 20%. Mucha gente nota un gran cambio positivo en su estado de ánimo. Se sienten más contentos, con mayor energía y menos deprimidos", comentaba Bergman.
Para las personas más ocupadas, les ofrece un paseo de al menos 20 minutos al día, o un total de 2 horas o más cada semana. Ello, recordando que cuanto más tiempo se pase en la naturaleza, mejor.
Actividades para disfrutar 'al natural'
-Pasear a buen ritmo.
-Cuidar del jardín.
-Visitar lugares tranquilos y arbolados en la ciudad.
Además de estas, Berman ofrece actividades también beneficiosas que se pueden realizar en casa, para que nadie tenga excusa. Si bien admite que es necesario salir a la calle para lograr la mayoría de los beneficios posibles, se puede recurrir a otros comportamientos que afectan de manera similar a la salud mental:
-Tener imágenes o cuadros representando escenas naturales. Dice que con observarlas es suficiente.
-Escuchar sonidos relajantes como las olas rompiendo en la costa, la lluvia en bosques y selvas, u otros del estilo.
-Ver vídeos, documentales o películas que muestren hábitats naturales.
-Tener plantas en casa (o acudir a un lugar lleno de estas).
-La observación de elementos arquitectónicos que imiten patrones naturales, que comprenden la llamada "arquitectura biomimética".
Pequeños descansos del trabajo
Berman dice que, aunque parezca que dejar el escritorio e irse a pasear al aire libre solo contribuya a una acumulación del trabajo pendiente, lo cierto es que podría provocar el efecto contrario.
"Es como una especie de inversión. Esos 20 o 30 minutos en la naturaleza podrían hacer que seas más productivo que en el caso de trabajar de manera continua. Dedicando ese tiempo a disfrutar al aire libre, puede compensarse posteriormente con una mayor concentración y productividad", argumenta.
Una buena opción es comer al aire libre, sobre todo para aquellos que trabajen durante las horas en las que se puede disfrutar de la luz del sol (algo común en los fríos meses de invierno). "Creo que los resultados de nuestra investigación están tratando de decir que dedicar tiempo en la naturaleza es una necesidad, no una comodidad. Tenemos que tener esto, al igual que si se tratase de aire limpio y agua potable", remarca el experto.