Uma Naidoo es psiquiatra por la Universidad de Harvard, doctora y chef reconocida con una estrella Michelin. La misma segura que nunca acude a tiendas de comestibles cuando se siente hambrienta, y de hecho aconseja no hacerlo, debido a las tentaciones que ofrecen para adquirir tentempiés y productos envasados poco saludables. Alerta de que estos no deben sustituir a los alimentos nutritivos y satisfactorios.
Se debe pensar muy bien lo que se introduce al cuerpo. Naidoo afirma que mucha gente acude a ella en calidad de psiquiatra nutricional y autora de "Lo que la comida le hace a tu cerebro", para preguntarle qué alimentos debe tener siempre en sus hogares para potenciar el cerebro y mantenerse alerta.
La misma creó un acrónimo para recordar la lista de alimentos imprescindibles, BRAIN FOODS (Algo así como "COMIDAS PARA EL CEREBRO"):
-B: Bayas y judías.
-R: Rainbow colors of fruits and vegetables (frutas y verduras con los colores del arcoíris).
-A: Antioxidantes.
-I: Incluir proteínas magras y vegetales.
-N: Nueces.
-F: Fibra, comidas abundantes en ella y otras fermentadas.
-O: Oils (Aceites).
-O: Omega-3, comidas ricas en esta.
-D: Dairy (lácteos).
-S: Spices (Especias).
1. Bayas y judías
Bayas como moras, arándanos, frambuesas o también fresas son muy buenas opciones para la experta. La misma pide comer las bayas maduras cuanto antes, pues duran poco incluso en el frigorífico. Con respecto a comprarlas congeladas para que duren más, Naidoo dice que son una buena alternativa siempre y cuando no lleven azúcares ni otros adictivos.
Por su parte las judías, legumbres y lentejas son importantes (y baratas) fuentes de vitaminas y de nutrientes. Además, son sencillas de preparar para su ingesta, y sirven también como guarniciones o aperitivos.
2. Frutas y vegetales de colores
Desde col roja hasta pimientos amarillos o verdes, los vegetales de colores brillantes ayudan a expandir el paladar, a la vez que se aumenta la ingesta de nutrientes que son beneficiosos para el cerebro.
Lo mismo sucede con las frutas: manzanas, piñas, kiwis y cítricos cuyas variedades representan una amplia gama de colores. Naidoo solo recuerda que se tenga cuidado con el exceso de ingesta de frutas dulces, como mangos o uvas. Para la experta, el color más crucial es el verde: lechuga, endivias, rúcula...
3. Antioxidantes
Naidoo señala aquí que el chocolate negro, siempre y cuando no incluya azúcares añadidos, es una importante fuente de estos compuestos.
Muchas vitaminas representan los principales antioxidantes, y se pueden ingerir a través de variadas fuentes dietéticas. Para quienes consideren tomar suplementos multivitamínicos, la psiquiatra nutricional aconseja hablarlo primero con el médico.
4. Proteínas magras y vegetales
Algunas buenas opciones para asegurarse las proteínas y aminoácidos esenciales para el correcto funcionamiento del cerebro son las aves de corral, el marisco, los huevos de corral o la ternera.
Con respecto a las proteínas vegetales Naidoo habla de tofu orgánico, tempeh, y de nuevo de judías o lentejas.
5. Nueces y semillas
La nueces y las semillas poseen grasas saludables y aceites que ayudan al cerebro a enfocarse. Incluyen también vitaminas y minerales.
Naidoo aconseja consumir alrededor de un cuarto de copa diario, tanto como snack como de guarnición o añadido en ensalada. También se puede añadir a surtidos caseros, que tienen mucho menos sal y azúcar que las versiones envasadas.
6. Fibra y alimentos fermentados
La fibra ayuda a la salud intestinal, y según la experta puede contribuir a mantener un equilibrio con el peso, a la vez que combate la inflamación. Como ejemplos, Naidoo incluye los corazones de alcachofa, la quinoa, el edamame, las bayas o las peras.
Por su parte, los alimentos fermentados como kéfir, miso o kimchee también son beneficiosos para el cerebro y la tripa, ya que son una fuente natural de bacterias beneficiosas y además también rebajan la inflamación.
7. Aceites
Mientras que se deben evitar las grasas saturadas y los aceites menos saludables (como los que se dedican principalmente para freír), existen otros tipos de aceites que se deben ingerir asiduamente: aceite de oliva, el que se encuentra en el aguacate, o en el pescado azul.
Pero incluso con estos tipos menos perniciosos para la salud se deben limitar las cantidades, pues todos ellos son, sin excepción, altos en calorías.
8. Comidas ricas en Omega-3
Los ácidos grasos Omega-3 ayudan al funcionamiento del cerebro. Se encuentran en peces como el salmón, el atún o la caballa. A parte están las semillas de chía, nueces de nogal, coles de Bruselas o semillas de lino, ricas en el mismo tipo de grasas.
9. Lácteos
Naidoo dice que comer kefir, yogurt y todo tipo de lácteos con cultivos probióticos pueden ayudar mucho al intestino, gracias a las proteínas y bacterias beneficiosas que contienen. Los lácteos de animales alimentados con pasto también son idóneos para fortalecer al cerebro.
La experta pide ser consciente de que los lácteos pueden agravar ciertos problemas, como el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Por lo que la persona que pueda padecer complicaciones en su salud debe asegurarse primero de que añadir estos alimentos no resultará en problemas para ella.
10. Especias
Al no incluir calorías, las especias son una forma idónea para potenciar el sabor de los alimentos, a la vez que se añaden efectos beneficiosos para el cerebro. Naidoo comenta que, en especial, especias como la cúrcuma, la pimienta negra y roja, el azafrán, el orégano o el romero también ayudan al cerebro y deben incluirse en la dieta.