
La ciencia médica ha dado un paso firme hacia adelante en su lucha para la erradicación de la malaria, gracias a dos importantes ensayos clínicos. Dos nuevos ensayos en niños africanos revelan que es posible conseguir niveles de protección del 53% en ocho meses.
En un estudio que publica la versión 'online' de la revista New England Journal of Medicine, muestra los resultados del mejor candidato a convertirse en la vacuna que coloque una punta de lanza contra este mal que mata a un millón de personas cada año.
En estudios realizados Kenia y Tanzania, en pequeños cuyas edades oscilaban entre los 5 y 17 meses -precisamente uno de los grupos de más riesgo-, la vacuna, conocida como RTS,S/AS, ha logrado reducir el riesgo de contraer la malaria en un 53% a lo largo de ocho meses. Estos datos se darán a conocer en la reunión anual de la Sociedad Americana para la medicina Tropical.
Un esfuerzo sin precedentes
Esta vacuna es el resultado de un esfuerzo conjunto como pocos se han dado en la historia de la lucha contra las enfermedades infecciosas. Por un lado, ha sido coordinada por la Iniciativa para la vacuna de la malaria (en inglés Malaria Vaccine Initiative o MVI), de la Fundación de Bill&Melinda Gates, la farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK), el centro KEMRI en Kenia, el Centro Médico para Investigación de ese país africano, el Instituto Nacional para Investigación Médica y el Instituto de Salud Médica, ambos en Tanzania.
La Fundación Gates inyectó 107,6 millones de dólares para el desarrollo de este candidato, mientras que la farmacéutica ha invertido unos 300 millones de dólares.
Los resultados de la fase clínica II, lo que quiere decir que el año que viene comenzarán los ensayos definitivos en fase III. Y representan muy buenas noticias. "Son la demostración de que nuestros esfuerzos para desarrollar una vacuna contra la malaria están empezando a pagar dividendos", ha indicado Christian Loucq, director del MVI.
Cada vez más cerca
"Estamos muy cerca de desarrollar una vacuna contra la malaria en África. La historia nos enseña que las vacunas son los instrumentos más poderosos para controlar y eliminar las enfermedades infecciosas. Y el mundo necesita urgentemente una vacuna efectiva contra esta terrible enfermedad", ha apuntado.
En uno de los ensayos han participado 340 niños de menos de 12 meses de edad en Tanzania. Una de las cuestiones fundamentales era comprobar que la vacuna no interfería con otras vacunas .
La RTS,S/AS se administró a distintas edades -a las ocho semanas, las 12 semanas y las 16 semanas- y se comprobó que no existían interacciones. Por otra parte, los pequeños que recibieron tres dosis de la vacuna mostraron un nivel de protección en los siguientes seis meses de un 65%: un dato magnífico si se tiene en cuenta la mortalidad de esta enfermedad, especialmente entre los más pequeños.
Programas de vacunación de la OMS
Uno de los investigadores que ha inventado la vacuna RTS,S/AS es Joe Cohen, vicepresidente del departamento de investigación de enfermedades emergentes de GlaxoSmithKline. La vacuna funciona sin problemas con los programas de vacunación estándar de la Organización Mundial de la Salud.
"Tiene un buen perfil de seguridad y un nivel de eficacia consistente. Podemos vislumbrar lo que puede significar el hito científico para las vidas de millones de niños africanos que padecen esta enfermedad y que mueren año tras año por su culpa".
El otro estudio implicó la administración de la vacuna en un grupo que comprendía a 894 niños de entre 5 y 17 meses de edad en Kenia y Tanzania. En concreto, a una parte de estos niños se le administraron tres dosis de la vacuna, mientras que a otra parte se les inyectó una vacuna contra la rabia, un ensayo doble y ciego (por el que los investigadores desconocen cual de las dos vacunas administran a cualquiera de los niños) y necesario para evaluar la efectividad y la seguridad de la vacuna.
La protección lograda por la RTS,S/AS fue de un 53% en ocho meses. "Eso nos da una base más sólida para pasar a los ensayos de fase clínica II, y nuestros colaboradores ya lo están deseando", indicó por su parte Philip bejon, del Centro de Investigación Médica en Kenia.
Parte de estos trabajos se basan en los ensayos que se realizaron el año pasado con esta misma vacuna, y que demostraron que funcionaba. En estos estudios participó el investigador español Pedro Alonso, entre otros, y fueron publicados en 2007 por la revista The Lancet.