
Los alimentos ricos en compuestos con capacidad antioxidante, como la fruta y las legumbres, ayudan a perder más de un 6 por ciento de tu peso cuando se incluyen en dietas hipocalóricas, bajo en calorías, para el tratamiento nutricional de la obesidad.
Además de los efectos asociados a la pérdida de peso, afecta entre otros factores, a la mejora de los niveles de colesterol gracias a la fibra y a la disminución en la masa grasa corporal. Se trata de "la protección contra el estrés oxidativo, un mecanismo que subyace al desarrollo de patologías asociadas a la obesidad como las enfermedades cardiovasculares y las neurodegenerativas, diabetes, e incluso cáncer", indicó la bióloga Ana Belén Crujieras.
Adiós a las dietas individualizadas
Según la científica, esta investigación puede revertir en el desarrollo de estrategias terapéuticas individualizadas para tratar la obesidad. "Cada persona puede reaccionar de un modo diferente a una dieta convencional, por lo que las intervenciones que combinan genética y nutrición tienen más éxito".
En ese sentido, destacó que "aquellos genes que modifiquen su expresión según los nutrientes o alimentos ingeridos podrían utilizarse como posibles dianas terapéuticas para establecer recomendaciones dietéticas personalizadas en función de cada paciente".
Concretamente, los resultados del estudio manifiestan que los leucocitos, glóbulos blancos, podrían constituir "una herramienta útil y fácilmente disponible para estudiar la expresión génica con el fin de clasificar enfermedades e investigar los efectos de su tratamiento farmacológico y nutricional, ya que reflejan procesos que afectan a la totalidad del organismo", aseguró.