Guste o no, hoy es día 1, primero de mes, además lunes y la vuelta de millones de españoles a su trabajo y a la vida cotidiana. Atrás, muy atrás parece que quedan los días de playa, de chiringuito, de siestas y de vida ociosa.
Si hoy no es capaz de enfrentarse con su realidad, todo es cuesta arriba, quizás es que forma parte del 35 por ciento de los trabajadores españoles que sufren el síndrome posvacacional o del 40 por ciento, según los sindicatos.
Síntomas del síndrome
Si esta deprimido, irritable, triste, no ha dormido en toda la noche, incluso sufre estados de ansiedad, taquicardias, sensación de ahogo y hasta nauseas o problemas de estomago, no hay duda. La vuelta a su vida diaria va a necesitar unas semanas de reajuste.
Sufre lo que los expertos han denominado como el síndrome posvacacional o incapacidad de adaptación al trabajo. Un mal cada vez más común, que se manifiesta más en mujeres, en personas de edades entre los 25 y 40 años y en especial en personas que no están especialmente satisfechas con su puesto de trabajo e incluso en niños que no quieren volver al colegio.
Cambio de ritmo
Los psicólogos han intentado analizar las causas de este síndrome que no es una enfermedad, es algo transitorio que superara en dos semanas y la mayoría coincide en que el desajuste horario y una variación es nuestros biorritmos producen esta situación de no levantar cabeza.
Es un brusco cambio de hábitos muy influenciado por nuestra percepción de la vida diaria, si es positiva o negativa. Si estamos contentos con nuestro entorno o no.
Pero la realidad se terminara imponiendo y su cuerpo y mente comenzaran en poco tiempo a controlar nuevamente la situación y todo volverá a ser como antes. De momento no se ha registrado ningún caso de mortalidad causado por este síndrome tan actual.
Es una situación provocada según los expertos por la vida moderna a la que estamos sometidos y seguramente será su tema de conversación durante unas semanas en la oficina. En navidades ni lo recordará.
Existen algunas situaciones o estados que predisponen a padecer este síndrome, como haber pasado unas vacaciones largas, agotadoras y desordenadas o vacaciones en las que no se descansa adecuadamente.
Pero una de las que más influye es que tengamos una adaptación insuficiente al ámbito laboral, presente incluso antes de las vacaciones. Para los psicólogos, la clave de todo se encuentra en nuestro reloj interno, hay que volverlo a poner en marcha y cuanto antes se haga mejor para nuestra mente.
Prevenir para evitar
Además de tener claro de que nuestro puesto de trabajo es imprescindible los expertos recomiendan preparase unos días antes para la vuelta.
Tomar una actitud positiva hacia lo que se viene encima es primordial, volver un poco antes de reincorporarnos para ir ajustando horarios, ordenando nuestro entorno es otra posible solución, nada de apurar hasta el último minuto y llegar derrotados al trabajo, agotados por el viaje y con nuestro entorno diario desordenado y lleno de maletas por deshacer.
Repartir el tiempo de las vacaciones para tener más días libres a lo largo del año puede aliviar la sensación de agobio. Organizar alguna excursión para el fin de semana para coger fuerzas o pensar en el próximo puente.
Comenzar de manera gradual el trabajo, no poniendo todas las fuerzas el primer día dándonos un tiempo de readaptación, siendo conscientes de que nuestro rendimiento irá creciendo poco a poco.
Otro método que puede ayudar es una planificación de las cosas que quedan pendientes o que hay que empezar a retomar y, dedicar tiempo para uno mismo e intentar que no todo sea trabajo, pensar en las próximas vacaciones y planificar algo para crear una nueva ilusión.
Todo ello deberá ir acompañado de una buena alimentación y la práctica de ejercicio físico, dos factores que suelen dejarse de lado en vacaciones. La coincidencia de que el primer día sea lunes puede agravar esta situación. Otro consejo es hacer la vuelta en un día diferente de la semana, así reduciremos el impacto psicológico de vuelta al trabajo.