Hospitales, clínicas y empresas de tecnología y productos sanitarios advierten del grave impacto que tendrá el aumento de la presión fiscal en el sector privado y también público, porque encarecerá la factura autonómica en más de 700 millones de euros.
El Gobierno de Mariano Rajoy empieza a recordar mucho a Woody Allen cuando decía: ?En resumen, me gustaría tener algún tipo de mensaje positivo que dejarles. Pero no lo tengo. ¿Aceptarían dos mensajes negativos?? Y es que la inminente subida del IVA, aunque sea por exigencias del guión de Bruselas, puede conducir a la UVI a una sanidad privada muy castigada por los impagos, la reducción de los conciertos sanitarios y los últimos recortes introducidos en la reforma sanitaria, además de hacer un roto de más de 700 millones de euros en los presupuestos autonómicos de salud.
El sector, encabezado por las clínicas privadas y las empresas de tecnología sanitaria, se ha puesto al frente de la manifestación contra cualquier aumento de la presión fiscal. El incremento del tipo reducido del 8 por ciento para igualarlo al general del 18 por ciento podría ser la puntilla para las clínicas privadas, que no pueden deducirse el IVA y que tienen que soportar la subida como un gasto más, ya que los servicios de hospitalización y asistencia sanitaria están exentos de impuesto.
El Instituto para el desarrollo e integración de la sanidad (IDIS), que agrupa los intereses de clínicas y aseguradoras, y la Federación Nacional de Clínicas Privadas (FNCP) han saltado como un resorte contra la subida. El secretario general del IDIS, Juan Abarca, explica a Ecosanidad que ya han transmitido a la administración su preocupación por esta posibilidad que ?sería un desastre para las clínicas y hospitales privados, ya que operan con márgenes muy ajustados por las aseguradoras, con lo que pondría en riesgo la viabilidad de muchas empresas?.
En la misma línea, la FNCP subraya que la sanidad privada es una actividad no sujeta al IVA y que, al final, la subida será íntegramente soportada por el centro y no por el cliente final como en el resto de sectores, alegan desde las clínicas.
Los empresarios no dudan en advertir que un alza de la presión fiscal conducirá al cierre de muchos centros y clínicas privadas que se encuentran ya al límite, con márgenes de beneficio muy estrechos.
Pero no sólo el sector privado teme la subida del IVA, que podría elevar la presión de algunos productos sometidos a IVA superreducido del 4 por ciento, como los medicamentos tanto de prescripción como publicitarios, o igualar al tipo general los servicios y productos sanitarios que gozan del tipo reducido del 8 por ciento. El sector público también denuncia lo que se le viene encima.
El consejero de Salud de la Generalitat de Cataluña, Boi Ruiz, ya ha advertido de que, si se opta por incrementar el tipo del IVA reducido, las comunidades autónomas se verán obligadas a endeudarse más para incrementar sus presupuestos sanitarios. Muy elocuente, Boi Ruiz ha dicho que sería como ?hacer trampas al solitario?, porque inevitablemente conlleva un aumento del déficit. Y es que pocos políticos confían, entre ellos el consejero catalán, que la subida del IVA vaya a aumentar los ingresos de las administraciones, sino todo lo contrario.
El sector también coincide en reclamar un IVA superreducido, como el que gozan los medicamentos en España, para reducir la factura sanitaria que soportan las regiones. El director de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin) en Cataluña, Carlos Sisterra, explica a Ecosanidad que existe ?una honda preocupación? por la posibilidad de que se iguale el tipo reducido al general. ?Sería una subida del 10 por ciento de la factura sanitaria que pagan las comunidades autónomas, que en el actual entorno donde se cobra con dificultad, supondría una minoración de los consumos?, asegura. Desde Fenin calculan que esta subida de diez puntos podría tener un coste de más de 700 millones de euros para los hospitales públicos, que ni pueden desgravarse ni tampoco repercutirlo.
El Gobierno podría tener la coartada perfecta para la subida del IVA en el propio Tribunal de Luxemburgo. La Comisión Europea presentó el año pasado una denuncia formal contra España por aplicar un tipo reducido del 8 por ciento a los equipos médicos y materias primas de los medicamentos, en lugar aplicar el tipo general vigente en cada país.
Dentro de los equipos médicos, la Comisión incluye la tecnología médica, como válvulas cardiacas y estents o productos sanitarios, desde vendas y apósitos hasta absorbentes, jeringas o agujas. Para Bruselas, el tipo reducido sólo puede aplicarse a los equipos médicos, aparatos y demás instrumental destinados a personas minusválidas.
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