NUEVA YORK, EEUU (Reuters) - La extracción de sangre a las embarazadas podría permitir a los padres conocer antes el sexo de su bebé respecto a los métodos utilizados actualmente en Estados Unidos, dijeron el martes investigadores.
La prueba puede ser especialmente importante para las familias con trastornos genéticos ligados al sexo, como la hemofilia, añadieron los expertos. Debido a que estos trastornos sólo atacan a los niños, saber que el bebé es una niña permitiría a las madres prescindir de procedimientos de diagnóstico como la amniocentesis, que conlleva un pequeño riesgo de aborto involuntario.
"Se podría reducir el número de procedimientos invasivos que se realizan por las condiciones específicas genéticas", dijo la doctora Diana Bianchi, de la Tufts University School of Medicine, que trabajó en el estudio.
El examen busca pequeñas piezas de los cromosomas sexuales masculinos en la sangre de la madre, lo que supondría que lleva en su vientre a un niño, a las siete semanas de embarazo. Algunos hospitales europeos ya usan en el método, llamado ADN fetal libre de células, aunque no está disponible en Estados Unidos.
"Lo que están encontrando en Inglaterra es que muchas mujeres no van a tener que realizarse pruebas invasivas", dijo Bianchi a Reuters.
En esos procedimientos, los médicos extraen una pequeña cantidad del fluido que rodea al feto (amniocentesis) o toman una muestra de la placenta (muestra de vellosidades coriónicas). Como consecuencia de esos métodos, entre una de cada 100 y una de cada 600 madres abortan, de acuerdo con Bianchi.
Algunos investigadores expresaron su preocupación acerca del examen, diciendo que podría ser utilizado para interrumpir un embarazo si el bebé no es del sexo deseado.
"Lo que hay que tener en cuenta es la ética de esto (...) Recuerde que el género no es una enfermedad", dijo la doctora Mary Rosser, un obstetra y ginecóloga del Centro Médico Montefiore, en Nueva York.