Salud Bienestar

Los científicos, más cerca del páncreas artificial

CHICAGO, EEUU (Reuters) - Los investigadores están más cerca de desarrollar un "páncreas artificial", un sistema largamente buscado para bombear insulina y con sensores de glucosa que aporten insulina a los diabéticos, imitando la función de un páncreas auténtico.

Los dispositivos se han estado desarrollando durante más de tres décadas, pero congresistas y defensores del sistema están aumentando la presión, mientras los reguladores estadounidenses presentaron esta semana un camino legal para una versión preliminar del sistema.

Y mientras otro sistema que rastrea el azúcar en sangre de los diabéticos y administra la dosis correcta de insulina todavía está a años de su uso comercial, los resultados de varios estudios que se presentan esta semana en la reunión de la American Diabetes Association en San Diego muestran una promesa real.

En uno de ellos, los investigadores de la Universidad de Boston y del Hospital General de Massachusetts probaron un sistema usando el monitor continuo de glucosa FreeStyle Navigator, de los Laboratorios Abbott, y dos bombas de insulina fabricadas por Insulet, todo ello controlado por un ordenador portátil.

El sistema, que está diseñado para imitar mejor el mecanismo natural del cuerpo de controlar tanto el azúcar alto como el bajo, era lo suficientemente portátil como para permitir a los adultos con diabetes tipo 1 desplazarse libremente por un hospital y usar una bicicleta de ejercicios.

Al final del estudio de 51 horas, que implicó la realización de ejercicio diario, dos noches y seis comidas - todo lo cual afecta a los niveles de azúcar en sangre de un diabético - seis pacientes tuvieron un rango normal de glucosa en sangre.

En otro estudio, un equipo de la Clínica Mayo enganchó a los pacientes unos dispositivos llamados acelerómetros que rastreaban los movimientos y hallaron que incluso el ejercicio moderado influye en la glucosa. El equipo, liderado por Yogish Kudva, incorporará estos datos en un sofisticado programa que actúa como el "cerebro de un sistema de páncreas artificial, analizando el azúcar en sangre y calculando cuándo necesitan los diabéticos una dosis de insulina.

El equipo planea comenzar un ensayo clínico con el sistema este año o a principios del próximo, según Kudva.

SISTEMAS ANTIGUOS

Los llamados sistemas cerrados de distribución, en los que un ordenador calcula la dosis de insulina de una persona y la entrega automáticamente a través de una bomba de insulina, son muy diferentes de las versiones anteriores de un páncreas artificial desarrollado a finales de los70, dijo Aaron Kowalski, de la Fundación de Investigación para la Diabetes Juvenil, o JDRF.

"El problema es que eran del tamaño de una nevera", dijo Kowalski, que supervisa el Proyecto de Páncreas Artificial del grupo, una iniciativa multimillonaria dirigida a acelerar los progresos hacia un sistema cerrado de distribución de insulina automático.

Con ese dispositivo, los pacientes estaban conectados a una terapia intravenosa y no podían dejar la cama del hospital.

Los investigadores están trabajando para desarrollar un páncreas artificial que suministre insulina a los pacientes con diabetes tipo 2, una enfermedad autoinmune en la que el cuerpo destruye su propia capacidad para fabricar insulina, e incapacita a quienes la padecen a destruir el azúcar.

Quienes sufren esta enfermedad deben revisarse frecuentemente y tomar insulina para regular el azúcar en sangre e impedir complicaciones como daños en los ojos, fallos renales y enfermedades cardiacas.

LA FDA TAMBIÉN QUIERE LA APROBACIÓN

Charles "Chip" Zimliki, presidente de la Iniciativa a favor de un páncreas artificial de la Agencia del Medicamento estadounidense (FDA), creada para acelerar la disponibilidad de un sistema de páncreas artificial, dijo que está deseando contar con un sistema aprobado.

"La FDA quiere el páncreas artificial en el mercado tanto como cualquiera. Sólo que tenemos que operar dentro de las leyes estadounidenses para asegurar que es seguro y efectivo", dijo Zimliki.

Zimliki, que sufre diabetes tipo 1, cree que los primeros dispositivos aprobados serán los que sólo aporten insulina pero dijo que se siente muy esperanzado con el sistema que está siendo desarrollado por la Universidad de Boston y el Hospital General de Massachusetts.

"Tienen lo que yo llamo el Cadillac de los sistemas cerrados de distribución", dijo.

"Están mostrando algunos resultados muy prometedores", agregó.

/Por Julie Steenhuysen/

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