Salud Bienestar

Los laboratorios estudian los genes para mejorar la vejez

Por Kate Kelland

LONDRES (Reuters) - Puede que estén un poco arrugados y que no haya muchos, pero las personas mayores de 100 años son el grupo demográfico de más rápido crecimiento en el primer mundo.

Algunos científicos creen que la gente que vive 100 años alberga valiosos secretos en sus genes con los que se pueden elaborar diversos medicamentos que traten una amplia variedad de enfermedades ligadas a la edad, además de mejorar la propia longevidad.

"Si llegaste a los 100 años, debes haber tenido una buena salud y una buena vida, de otro modo no estarías al final de la curva de distribución de la vida", dijo a Reuters en una entrevista Kaare Christensen, del Centro Danés de Estudios de la Edad.

"Así que, básicamente, estamos tratando de determinar cómo lo hacen", agregó.

Por supuesto, los genes no abarcan toda la cuestión: los expertos creen que los factores genéticos tan sólo constituyen una fracción de la longevidad. Otros factores como un estilo de vida saludable, una buena dieta y un entorno seguro también se combinan para determinar cuándo morimos.

Sin embargo, los llamados "genes de la longevidad" existen y su importancia crece cuanto más tiempo viva una persona, de modo que identificarlos y determinar qué hacen para combatir algunas enfermedades letales es un área de investigación potencial.

Con la esperanza de vida creciendo a un ritmo asombroso -cada año aumenta en un promedio de tres meses- los científicos enfatizan que no todo el mundo debería buscar una "píldora mágica" para vivir más tiempo.

En cambio, el objetivo es mejorar la salud de las personas de rápido envejecimiento y reducir al mínimo la cantidad de tiempo que pasan al final de sus vidas enfermos, con dolores o dependencia.

"Posiblemente, ninguno de nosotros quiere estar cinco años en un asilo", dijo Linda Partridge, directora del Instituto de Envejecimiento Saludable del University College de Londres.

"Pero cinco años más sin ningún problema de salud particular sería otra historia", agregó.

CADA VEZ MÁS CENTENARIOS

Una cosa es segura: la cantidad de personas con quienes trabajar está creciendo rápidamente. Hoy en día hay unas 450.000 personas de mas de cien años en todo el mundo y los expertos estiman que podría haber un millón hacia el año 2030.

La ciencia y la tecnología genética se está desarrollando rápidamente, lo que les permite a los científicos escanear los genes de los más ancianos en busca de los secretos de la larga vida, por lo que están empezando a aparecer medicamentos para imitarlos.

"Las farmacéuticas tienen muchas patentes para algunos de estos objetivos. En realidad no ha aparecido todavía nada, pero claramente están trabajando en ello", dijo Partridge.

Hasta hace poco, tan sólo un candidato había mostrado alguna esperanza de poder ser identificado como un potencial "gen de la longevidad".

Se llama APOE. Por un lado, sus variedades están ligadas a un mayor riesgo de infarto y del desarrollo de la enfermedad degenerativa del cerebro, Alzheimer. Por otro, está asociado a una mayor probabilidad de una vida más larga y saludable.

Algunos científicos encontraron que la variedad conocida como APOE4, que aumenta el riesgo del Alzheimer y de contraer una afección cardíaca, es un 50 por ciento menos común en las personas centenarias que en las jóvenes, lo que sugiere que aquellos que no lo tienen, encuentran más probabilidades de vivir más tiempo.

Recientemente aparecieron otros candidatos, uno llamado FOXO3A y otro conocido como "humanín", ambos vinculados a los circuitos de insulina del cuerpo.

Con ellos hay una mayor evidencia de que los genes asociados con la vida prolongada también están conectados con un riesgo menor a las principales causas de muerte, como los problemas cardíacos, el Alzheimer y la diabetes.

Nir Barzilai, de la Escuela de Medicina Albert Einstein de la Universidad Yeshiva de Nueva York, ha estado realizando estudios con un grupo de varios cientos de personas de más de cien años en Estados Unidos para ver si puede encontrar patrones genéticos que puedan ser copiados químicamente.

"Asumimos que las personas de más de 100 años están llenas de genes de longevidad. Y cuando encuentras genes y descubres el circuito, entonces puedes tratar de imitar el circuito con medicinas", dijo en una entrevista.

Además de con el "humanín", su equipo trabaja con las variedades de un gen conocido como proteína transportadora de ésteres de colesteril, o CETP (por sus siglas en inglés), ligado a la longevidad, la buena salud cardíaca, el menor riesgo de deterioro cognitivo, y la menor probabilidad de desarrollar el Alzheimer.

Las farmacéuticas ya están estudiando el gen CETP con el objetivo de evitar problemas cardíacos elevando lo que se denomina como el colesterol HDL o "bueno".

La estadounidense Merck & Co, por ejemplo, tiene un inhibidor de CETP en sus últimas etapas de ensayos clínicos para evaluar su efectividad con el aumento del colesterol bueno.

Pero Barzilai piensa que podría tener muchos más resultados que ese: "Creemos que una vez que este medicamento esté en el mercado podría ser la primera en ser usada como anti-envejecimiento", declaró.

La farmacéutica suiza Roche también tiene un inhibidor de CETP, llamado "dalcetrapib", en la parte final de los ensayos clínicos realizados junto a Japan Tobacco.

¿VIDAS MAS SALUDABLES Y PROLONGADAS?

El vínculo entre la vida prolongada y la resistencia a las enfermedades ya se ha demostrado en algunos experimentos con animales.

La semana pasada, científicos británicos encontraron en experimentos con gusanos de laboratorio que el gen DAF-16, similar a los genes FOXO en humanos, está vinculado al envejecimiento y la inmunidad.

Otros estudios demostraron que cuando los científicos logran encontrar con éxito el proceso subyacente de envejecimiento para hacer que un animal viva más tiempo, también los protegen contra enfermedades relacionadas.

El Resveratrol, un medicamento que está siendo desarrollado por la británica GlaxoSmithKline en base a un compuesto hallado en el vino tinto, demostró en ratones que puede proporcionar vidas más largas y saludables.

El antibiótico rapamycin, vendido como Rapamine por Pfizer y diseñado para suprimir el sistema inmunológico en pacientes con trasplantes, también demostró ralentizar los males ligados a la edad y extender la esperanza de vida en ratones.

"Estas cosas están todas muy interrelacionadas", dijo Christensen.

Partridge también lo ve como un signo de que algunos medicamentos que ahora están en el horizonte podrían tener más éxito de lo que se pensó inicialmente.

"Lo que se muestra muy claramente es que hay un proceso de envejecimiento subyacente que funciona como un gran factor de riesgo para las enfermedades relacionadas con la edad y, si puedes de algún modo aliviar sus efectos, entonces el animal se vuelve relativamente inmune a las enfermedades", explicó.

"Puede que las medicinas estén siendo desarrolladas específicamente para la demencia, o para el cáncer, o alguna enfermedad ligada con la edad, pero los estudios biológicos nos están diciendo que probablemente entreguen un espectro sorprendentemente amplio de efectos", agregó.

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