Salud Bienestar

Los bomberos del 11-S siguen con problemas respiratorios

BOSTON (Reuters) - Los trabajadores que participaron en los operativos de rescate después de los ataques al World Trade Center el 11 de septiembre del 2001, siguen teniendo una capacidad respiratoria disminuida siete años después, informaron investigadores.

Los problemas que sufrieron los empleados del Departamento de Bomberos de Nueva York, causados por el polvo, el humo y otros químicos tóxicos, fueron detectados un año después del colapso de las Torres Gemelas. Su capacidad pulmonar disminuyó como si hubiesen envejecido 12 años.

En ese entonces, los médicos estimaron que sus pulmones se recuperarían gradualmente, como sucede a menudo con la exposición frecuente al humo.

Pero durante los siguientes seis años, sus pulmones se siguieron deteriorando, dijo en una entrevista telefónica el doctor David Prezant, de la Escuela de Medicina Albert Einstein, en Nueva York, que lideró el estudio.

Los bomberos que nunca habían fumado tabaco perdieron alrededor de 25 mililitros de volumen pulmonar por año, una medida que se extrae basándose en a la cantidad de aire que pueden expirar rápidamente en un segundo.

Los empleados de los servicios de emergencias médicas perdieron unos 40 mililitros, informó el equipo de Prezant en el New England Journal of Medicine.

Eso es comparable al deterioro registrado en los no fumadores cuando envejecen, dijo Prezant. Pero como los miembros de los equipos de rescate sufrieron un golpe tan grande en su capacidad pulmonar, la persistente caída hace que ahora muchos tengan problemas para respirar.

La ciudad ha llevado a cabo pruebas sobre la capacidad pulmonar en su personal de rescate desde 1997.

Antes del 11 de septiembre, muy pocos bomberos revelaban una medición por debajo del nivel normal para su edad. Años más tarde, el 13 por ciento estaba incluido en ese grupo.

Entre los trabajadores de los servicios médicos, el 11 por ciento tuvo resultados inferiores a lo normal antes del colapso de las torres y, siete años más tarde, el porcentaje llegó al 23 por ciento.

"Aquello fue diferente a un incendio normal porque incluyó no sólo la combustión de subproductos que se ven en un incendio normal en una casa, sino porque también se dio la combustión de subproductos de miles y miles de litros de combustible de avión de los dos aviones que chocaron (...)", dijo Prezant.

El estudio también comparó a los equipos de rescate que estuvieron en la escena inicial con aquellos que llegaron los días siguientes, y reveló que los que respondieron primero fueron los que más sufrieron.

En total, el ataque en el que dos aviones de pasajeros secuestrados fueron impactados contra los edificios dejó 2.751 muertos, incluyendo 343 trabajadores del departamento de bomberos.

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