El lifting de pestañas es uno de los tratamientos más solicitados en los centros de estética, ya que, sin necesidad de ningún procedimiento quirúrgico, consigue cambiar la mirada de manera radical gracias a su función de elevar y curvar las pestañas naturales desde la raíz, potenciando su color y su curvatura.
Sin embargo, lo que a priori no es un tratamiento invasivo, puede resultar perjudicial para la salud si elegimos una clínica no cualificada. Los productos químicos utilizados para curvar las pestañas, pueden provocar enrojecimiento, picor, lagrimeo y, en algunos casos, reacciones alérgicas.
También, otro de los riesgos a los que nos podemos someter es el debilitamiento o caída de las pestañas, ya que una aplicación incorrecta del producto puede provocar un daño en las mismas.
Si los productos no se manipulan con cuidado o el tiempo de actuación es más extenso de lo necesario, pueden causar irritaciones o quemaduras leves. También, la falta de higiene en el material puede facilitar la aparición de afecciones como la conjuntivitis.
Un tratamiento responsable
Teniendo en cuenta los efectos que puede tener en nuestra salud una mala ejecución del lifting de pestañas, hay que recordar que sí existen centros estéticos que realizan el mencionado tratamiento de una manera segura y responsable.
All for me Estética Natural, uno de los favoritos de la reina Letizia, es un centro de estética donde se combina la estética natural con la científica. Antes de cada tratamiento, los especialistas comienzan un estudio de la piel y examinan sus necesidades.
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