Belleza

Por qué deberías lavarte los pies con bicarbonato y sal para evitar los malos olores, las durezas y las infecciones

Dentro de nuestra rutina diaria, muchas veces no le damos demasiada importancia al cuidado de los pies. Esto es un gran error ya que es el lugar donde más bacterias y hongos se almacenan al tener poca exposición. Además, es muy importante evitar los malos olores, las durezas y las infecciones. Para poder realizar una buena rutina, es fundamental incorporar bicarbonato de sodio y sal entre tus productos.

Estos dos elementos proporcionaran grandes beneficios a tus pies con una técnica muy sencilla. Ambos, poseen propiedades antibacterianas, antifúngicas y exfoliantes consiguiendo la eliminación de pieles muertes. Otros de sus grandes beneficios son que actúan como desinfectante natural ante bacterias y hongos y regulan el pH de la piel. Esta acción ayuda a neutralizar olores, exfoliar suavemente las zonas endurecidas y a reducir la hinchazón y la fatiga de los pies tras largas jornadas con calzado cerrado.

Esta limpieza te ayudará a sentir tus pies más frescos y a tener una mejor circulación sanguínea. Aunque es una opción perfecta para mantener tus pies cuidados, no es recomendable utilizarlo en exceso sin seguir antes la recomendación de un profesional. Según los expertos, lo ideal es repetir este baño entre una y dos veces por semana, aunque la cantidad dependerá dependiendo de la necesidad personal.

Como realizar el lavado: paso a paso

Para poder hacer una limpieza correcta, hay que seguir los siguientes pasos:

1. Prepara el recipiente: usa un recipiente lo suficientemente grande para sumergir ambos pies cómodamente.

2. Agrega el agua tibia: asegúrate de que el agua esté a una temperatura agradable.

3. Añade los ingredientes: disuelve dos cucharadas de sal gruesa y dos cucharadas de bicarbonato de sodio en el agua.

4. Mezcla bien: revuelve hasta que la sal y el bicarbonato se disuelvan por completo.

5. Sumerge los pies: deja los pies en remojo durante 15 o 20 minutos.

6. Seca cuidadosamente: después de remojar, seca bien los pies, especialmente entre los dedos, para evitar la humedad.

7. Aplica crema hidratante: finaliza aplicando una crema hidratante para sellar la suavidad.

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