Combatir la flacidez cutánea, tanto corporal como facial, es uno de los tratamientos más demandados en los centros de estética, especialmente a partir de los 35 o 40 años, cuando la producción de colágeno y la elastina comienza a disminuir de forma natural.
Para hacer frente a este proceso, existen múltiples opciones como la radiofrecuencia, los ultrasonidos localizados o la mesoterapia reafirmante. Sin embargo, desde la Clínica Dorsia, la Dra. Carlota Berenguer, explica los motivos por los que el ácido poliláctico es una de las opciones más eficaces. Y es que, tal y como aseguran desde la mencionada clínica, sus resultados naturales lo han convertido en uno de los tratamiento más demandado entre las celebrities.
"El ácido poliláctico es un bioestimulador inyectable que induce una producción natural de colágeno mediante una respuesta inflamatoria controlada", señala la doctora. Asimismo, según la especialista, se trata de un tratamiento especialmente indicado en casos de pérdida de firmeza por envejecimiento o adelgazamiento rápido, ya sea por dieta, cirugía bariátrica, uso de análogos del GLP-1 o en deportistas de alto rendimiento.
¿Qué lo diferencia de otros activos?
A diferencia del ácido hialurónico, que rellena y aporta volumen inmediato, o de la hidroxiapatita cálcica, que también tiene efecto voluminizador y estructurante, el ácido poliláctico no añade volumen visible al instante. "Su acción es más progresiva y natural. Estimula la producción de colágeno con resultados duraderos, hasta 25 meses si se realiza el tratamiento completo", explica la Dra. Berenguer.
Aplicación y tratamiento
"En Clínicas Dorsia lo infiltramos con cánula para minimizar el riesgo de hematomas", indica la experta. El tratamiento se puede aplicar en zonas como brazos, abdomen, muslos o escote. El número de viales por sesión dependerá del área a trabajar: "Por ejemplo, el escote requiere un único vial, mientras que los brazos pueden necesitar un mínimo de dos", apunta.
Requiere entre 2 y 4 sesiones, espaciadas entre 30 y 60 días. Para mantener los resultados, se recomienda una sesión anual o cada año y medio, en función de la respuesta del paciente.
"El tratamiento lo combinamos con lidocaína, que es un anestésico local", explica la Dra. Berenguer. "Después, damos las mismas recomendaciones que en otros tratamientos con inyectables: evitar piscinas, saunas, jacuzzi o la exposición solar directa los primeros días. También es importante masajear la zona siguiendo la regla del 5: cinco minutos, cinco veces al día, durante cinco días", señala.
Como en cualquier tratamiento médico-estético, la doctora aclara que es importante valorar el perfil del paciente. El ácido poliláctico está especialmente indicado en personas con buenos hábitos de salud —no fumadores, con alimentación equilibrada y buena masa muscular—, y está contraindicado en casos de alergia a alguno de los componentes del producto, enfermedades cutáneas activas, enfermedades tumorales o infecciones en la zona a tratar.
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