La responsable de la clínica de reproducción asistida Ginemed Barcelona, Teresa Draper, ha advertido de que algunos químicos presentes en productos cosméticos, como perfumes, cremas, protectores solares, desodorantes o esmaltes de uñas, han sido señalados como posibles disruptores endocrinos, sustancias capaces de interferir con el sistema hormonal del cuerpo y afectar a la fertilidad.
En profundidad
"Imitando la acción de las hormonas naturales y bloqueando los receptores hormonales de las células, produciendo alteraciones en los procesos de fertilidad tanto en hombres como en la mujeres", ha indicado Draper.
Entre los disruptores más estudiados se encuentran los ftalatos, parabenos y el triclosán, presentes en productos cotidianos de cuidado personal. Tal y como afirma Draper, "la exposición prolongada a estos químicos puede vincularse con una menor calidad del semen, irregularidades menstruales, disminución de la reserva ovárica o incluso un mayor riesgo de infertilidad".
Así, la experta ha avisado de que tanto mujeres como hombres pueden presentar riesgos en su capacidad reproductiva. En hombres, la exposición a estas sustancias se ha vinculado con alteraciones en la concentración, morfología y viabilidad de los espermatozoides. La especialista asegura que la calidad espermática vinculada a estos compuestos no solo compromete la fecundación, sino que también incrementa el riesgo de fallos embrionarios tempranos.
Por su parte, en mujeres, la alteración de niveles hormonales esenciales puede afectar a la ovulación y a la receptividad del endometrio, reduciendo significativamente las probabilidades de éxito en tratamientos como la fecundación 'in vitro'. Asimismo, ciertos tipos de parabenos pueden alterar el equilibrio de hormonas clave como el estrógeno, la progesterona y las hormonas tiroideas, lo que podría afectar tanto a la fertilidad como al desarrollo normal del embarazo.
Además, se ha demostrado que "algunas de estas sustancias, ya sea ingeridas, aplicadas sobre la piel o absorbidas por exposición ambiental, pueden transferirse de la madre al feto a través de la placenta, o al recién nacido mediante la leche materna", afirma Draper.
Más detalles
La experta de Ginemed sugiere, "evitar el uso de plásticos que contengan BPA, optar por cosméticos libres de parabenos y ftalatos; consumir alimentos orgánicos para reducir la exposición a pesticidas y ventilar adecuadamente los espacios del hogar para disminuir la acumulación de compuestos orgánicos volátiles presentes en productos como disolventes, pinturas, lacas, aromatizantes y aerosoles".
Además, considera que es importante prestar atención a otros hábitos cotidianos que pueden reducir la exposición a sustancias químicas nocivas. Por ejemplo, elegir productos de limpieza naturales o certificados como seguros, evitar calentar alimentos en envases plásticos, y usar utensilios de cocina de vidrio o acero inoxidable.
También se recomienda revisar las etiquetas de los productos para identificar ingredientes potencialmente dañinos y limitar el uso de productos con fragancias artificiales, ya que estas pueden contener compuestos químicos que afectan el sistema endocrino. "Adoptar estas prácticas no solo contribuye a crear un entorno más saludable sino a proteger la salud y la fertilidad a largo plazo", ha finalizado Draper.