Belleza

Dile adiós a las manchas del sol: esta es la técnica que los dermatólogos recomiendan para conseguir un bronceado saludable

Es verano y nuestro cuerpo lo sabe, en especial, nuestra piel que estos días de tantísimo calor sufre las consecuencias directas de la exposición solar: la deshidratación, la descamación y la sequedad. Síntomas que evidencian que nuestra dermis está sufriendo más de la cuenta. Y es que, llevamos años escuchando que si te pones SPF no te bronceas. O no tan rápido como deseas. Pero lo cierto es que la verdadera razón por la que tu piel se torna un color más oscura está en los niveles de melanina que tengas. Este pigmento natural es lo que pone el toque de color a nuestra piel, nuestro cabello y nuestros ojos. Además de su función estética, la melanina es un potente protector solar natural ya que absorbe la radiación ultravioleta del sol y protege las células de la piel contra otros daños.

Las largas tardes al sol, con arena entre los dedos y el mar de fondo, suenan a plan perfecto. Pero cuidado: mientras tú disfrutas, tu piel sufre... y mucho más si no estás usando protector solar. Aunque el bronceado parezca saludable y favorecedor, es en realidad el resultado de un daño profundo en tu piel. Sí, has leído bien: ponerse morena es una respuesta de defensa de tu cuerpo ante una agresión.

"La exposición solar destruye electrones en las células de la piel, creando un desequilibrio que hace que las células entren en conflicto. Esto se traduce en inflamación, quemaduras, y sí, también en arrugas y manchas", nos cuenta una dermatóloga. Es decir, el sol oxida tu dermis, y aunque el tono dorado sea bonito, las consecuencias no lo son tanto.

¿Sabías que para que la piel se broncee, tiene que dañarse su ADN? Así de tajante lo explican los expertos. "No existe el bronceado saludable, ni al sol ni en cabinas", afirman. Aun así, hay formas de minimizar el impacto si no puedes resistirte a los rayos UV: nunca sin tu SPF50. La protección solar es tu mejor aliada para disfrutar del sol sin pagar un precio alto a largo plazo.

Pero hay un truco dermatológicamente aprobado que puede ayudarte a hacer tu 'operación bronceado' un poquito menos dañina. Se trata de la técnica de los 15 minutos, muy recomendada por los profesionales. ¿En qué consiste? Exponerte al sol de forma controlada —entre 5 y 15 minutos al día, sin protección— para que tu cuerpo sintetice vitamina D y se refuerce frente a la radiación solar.

Según un estudio publicado en Meeting Vitamin D Requirements in White Caucasians, basta con 9 minutos diarios de sol para mantener unos niveles saludables de vitamina D, especialmente en personas de piel clara. Eso sí, pasado ese tiempo, no te olvides de tu protector solar.

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