
La diversidad proteica se está consolidando como una de las principales tendencias en la alimentación para los próximos años, especialmente en España. Al integrar más fuentes vegetales en nuestra dieta, no solo estamos mejorando nuestros hábitos alimenticios, sino también contribuyendo a la protección de nuestro entorno.
La proteína es uno de los pilares fundamentales de nuestra nutrición. A diferencia de lo que muchas veces se cree, la proteína no solo proviene de la carne o los productos animales. Existe una amplia gama de fuentes vegetales que ofrecen proteínas de alta calidad, esenciales para el funcionamiento óptimo de nuestro organismo. Sin embargo, para obtener todos los aminoácidos esenciales, es importante no centrarse en una única fuente de proteínas, sino en la diversidad proteica.
Esto implica combinar diferentes fuentes vegetales de proteína, como legumbres, frutos secos, semillas, cereales integrales y productos derivados de la soja. La diversidad proteica no solo es una oportunidad para mejorar nuestros hábitos de consumo, también para transformar nuestro sistema alimentario hacia un modelo más sostenible. Por eso, a medida que los avances en la investigación y la tecnología alimentaria continúan, se están desarrollando nuevas alternativas proteicas para apoyar este objetivo, que no solo sean equilibradas y saludables, sino también deliciosas y accesibles.
Y en este contexto están las foodtech que desarrollan proyectos de I+D basados en tecnologías como inteligencia artificial, robótica o Big data, entre otras, para la creación de soluciones que permitan convertir el sector de la alimentación en uno más sostenible y eficiente. Estas soluciones innovadoras incluyen desde la producción de los alimentos hasta su distribución y consumo. Solo en España, según ICEX, existen más de 400 empresas con gran potencial de crecimiento en este mercado, que en 2023 alcanzaron una inversión de 226 millones de euros.
Un sector en auge en España
Dentro de las categorías en las que las foodtech están despuntando principalmente es en la de alimentos y bebidas a base de plantas también conocido como plant-based. Es así como, en España, este sector de alimentos de origen vegetal es el cuarto más grande de Europa con 572,4 millones de euros en ventas en 2023, por detrás de Alemania, Reino Unido e Italia, y se estima un crecimiento del 10 % de esta categoría en España para 2025, según el informe de Vegetales (Asociación Española de Productores de Alimentos y Bebidas Vegetales).
El auge del mercado plant-based se debe en gran medida a una creciente conciencia e interés de los consumidores por mejorar sus hábitos alimenticios. De esta manera, la industria española de alimentos de origen vegetal ha demostrado su capacidad para desarrollar productos no solo atractivos para los consumidores, sino también nutritivos.
Una oportunidad a nivel nacional e internacional
La demanda de los consumidores de alimentos y bebidas de origen vegetal ha desencadenado un aumento en la oferta de estos productos en el supermercado. Convirtiéndose en la gran oportunidad para las empresas no solo a nivel nacional -más de la mitad de la población española está demandando productos de proteína vegetal-, sino a nivel internacional, ya que el valor del mercado mundial de alimentos vegetales se va a multiplicar por cinco en menos de 10 años (2030), según analistas de Bloomberg.
Entre los grandes retos pendientes del sector está conseguir el sabor perfecto. Por eso, se continúa investigando y utilizando las tecnologías más novedosas como la extrusión, texturización y emulsión para obtener la textura, jugosidad y el sabor más apreciado por el consumidor. Con estas tecnologías, que utilizan ya algunos de los líderes de este sector, los alimentos se asemejan considerablemente a productos de proteína animal. Además, cada vez más compañías desarrollan sus productos en colaboración con los mejores chefs del ámbito nacional e internacional. Asimismo, se realizan numerosas pruebas para testar sus principales características antes de su distribución a la gran superficie y, por ende, a manos del consumidor final. Gracias a estas pruebas y comentarios de los usuarios se ha mejorado el sabor de los productos de origen vegetal y todo ello sin renunciar a elaborar un producto nutritivo y con alto contenido en proteínas.
Pero sin lugar a duda, el gran desafío del sector es lograr precios competitivos y democratizar el consumo de los productos de origen vegetal que, se mueven en precios medios superiores a las opciones tradicionales disponibles en los lineales y, de esta manera, facilitar que la oferta plant-based siga aumentando en España. En este contexto de crecimiento, la categoría de leche y bebidas seguirá impulsando el sector, seguida de las alternativas a refrigerados lácteos y sustitutivos de productos cárnicos.
Diversidad y balance, claves para la mejor alimentación
En un país donde la gastronomía es parte ineludible de nuestra cultura, es necesario continuar evolucionando y fomentar una alimentación que combine todo nuestro conocimiento y herencia culinaria con nuevas posibilidades, promoviendo una dieta más completa y nutritiva. Los alimentos plant-based son un primer ejemplo de todo lo que viene, pero tan solo estamos en el comienzo del camino y España cuenta con todos los recursos necesarios para seguir siendo un referente incluso en esta nueva y diversa forma de alimentación basada en plantas.