
Los viñedos de Bodegas Romeros son los únicos en Extremadura que forman parte del proyecto "Secanos Vivos" una apuesta de SEO Birdlife por los cultivos tradicionales que conviven con la biodiversidad y que buscan una rentabilidad económica y ambiental.
Juan Leandro Romero representa a la tercera generación de viticultores y bodegueros de su familia, Bodegas Romero nació en el año 1954 y desde entonces la innovación ha sido su marca personal.
Romero es considerado un visionario, él mismo afirma que muchos lo han visto como un "loco" y es que como dice, nadie que esté cuerdo es capaz de romper con su presente para investigar y lanzarse a nuevas formas de cultivo y de vinificación sin saber los resultados que van a tener. Su bodega es pequeña y modesta, pero en esta zona nunca han temido ser David contra Goliat por ello se califica como un artesano de las uvas y del vino, desmarcándose hace tiempo de lo que marcaban los ritmos para buscar e innovar en un sector con gran tradición en la comarca de Matanegra situada al sur de la provincia de Badajoz.
Si los vinos extremeños han sido los grandes desconocidos para los paladares nacionales e internacionales, los vinos de Matanegra mucho más. Durante siglos en esta zona se han elaborado a la forma tradicional pero ha sido con la llegada de las nuevas generaciones cuando las bodegas han dado un salto cualitativo y hoy por hoy pueden competir con cualquier otra zona vitivinícola de España, rompiendo techos de cristal en un sector que cada vez es más exigente, competitivo y donde las sensaciones e ilusiones marcan las nuevas tendencias del mercado.
Juan Leandro Romero es un apasionado de las vides, del campo y de su tierra, prácticamente nació en una bodega con viñedos tradicionales de la zona y hoy se trata de la única explotación de Extremadura que forma parte del proyecto "Secanos Vivos" implantado en agrosistemas de cerales y viñedos de secano en España y que en Extremadura han encontrado a estas viñas mimadas por la familia Romero.
Esta certificación de SEO BirdLife permite a esta bodega realizar nuevas actuaciones en menos tiempo, de todas sus pacerlas, serán 13 donde el programa va actuar y evaluar. Se realizará un estudio de biodiversidad en los viñedos y se adoptarán medidas para hacer de sus viñedos el lugar idóneo para la flora y fauna. Se instalarán cubiertas vegetales, una charca acuática, se instalarán cajas nido para murciélagos, lechuzas, y para el resto de aves, se trabajará por aumentar la biodiversidad en fauna y flora porque entre otras acciones se apostará por plantar encinas entre los viñedos.
Un cambio paisajístico que fomentará la biodiversidad y otorgará a estos viñedos y vinos una personalidad propia que los hará diferente al resto. Todos los agrosistemas que forman parte de "Secanos Vivos" evitan el uso de herbicidas e insecticidas químicos, con el objetivo de favorecer la biodiversidad en un cultivo sostenible y más rentable. Algo que sin dudarlo generará un "valor añadido" a los vinos que se comercialicen bajo esta certificación.
Este programa nace con el objetivo de buscar la rentabilidad a las explotaciones agrarias, y esa es la clave para que la gente se quede a vivir en los entornos rurales, cómo bien afirma Romero, su bodega cumple, este 2024, 70 años y en ella han trabajado tres generaciones de una familia que siempre ha estado vinculada al mundo rural.
Viñedos que apuestan por la biodiversidad y vinos sin filtrar
Su pasión por los viñedos y por la naturaleza le llevo en 2002 a ser pionero en la región en la elaboración de vinos ecológicos, cómo cuenta al Economista, "yo soy muy pequeñito, como mi bodega, invento algo y luego los grandes me copian" y ese afán por su mejorar sus cultivos y sus vinos lo llevo a aportar por la agricultura ecológica, alejada de los químicos y basada en la agricultura sostenible.
Una de sus primeras "locuras" fue la adaptación de una variedad de uva que conoció en un viaje, la Gewürztraminer, una uva muy aromática procedente de climas fríos, y que no dudo en adaptarla a su viña, aunque al inicio "nadie lo creía ni apostará por la vinificación con esta variedad en esta zona" con ella está produciendo uno de sus monovarietales más demandados en su bodega.
Y si eso fue una aventura, en 2018 vino otra cuando decidió apostar por la elaboración de vinos en tinajas de barro, crearon su marca Prelvm (nombre de la viga central de las prensas romanas), ellos fueron los primeros y en la actualidad la están replicando en otros lugares de Extremadura.
Estos vinos son muy diferentes a lo que ahora mismo hay en el mercado, "son vinos sin filtrar, con una mínima intervención y que son muy valorados en el extranjero", cada vez se demandan productos más naturales y sanos y este proyecto ha nacido para ofrecer un vino diferente a lo que se conoce en la zona.
Juan Leandro Romero destaca que el 50% de estos vinos se destinan a la exportación "porque aquí aún está costando introducirlos", aunque sin duda se trata de una apuesta de futuro para la bodega.
Reconoce que un día descubrió un mundo vitivinícola nuevo, que le resultaba alucinante, tan diferente a lo que estaba haciendo, pero muy parecido a lo que ya hacía su abuelo, allá por los años 50-60, "vinos llenos de vida y sin artificios".
Un viñedo y una vinificación que devuelve a esta bodega a sus orígenes, a aquella forma de entender el campo como el comienzo de donde todo nace y donde todo muere, por ello esta apuesta es una "vuelta a los orígenes" un regreso al pasado con la capacidades del presente y del futuro, un retorno al germen de Matanegra, una comarca que siempre estará unida al cultivo y a la elaboración de vinos con tintes muy particulares.