
El otoño es época de setas, pero hay una empresa que decidió en 1979 apostar por la comercialización de los productos silvestres, setas comestibles, frutas del bosque o espárragos trigueros durante todo el año: fresca, congelada, en conserva o deshidratadas, así garantizan el consumo durante todo el año.
En Moraleja (Cáceres) se encuentra una de las mayores procesadoras de setas, Productos Silvestres trabaja con pequeños proveedores llegados de todos los puntos de la región, según afirma su gerente, Julián Martín cuentan con pequeños proveedores "que vienen con dos kilos de setas, otros con 4, 10 o 200 kilos", y aunque la producción anual depende de la climatología, hay años que llegan a producir, transformar y comercializar hasta 500 toneladas de setas.
Para garantizar la seguridad, desde esta planta se realiza una trazabilidad diaria a cada zona y a sus proveedores, ajustándose al área de recolección y a cada variedad de seta.
El otoño es la época del año más importante, es cuando "se recolectan los productos silvestres" que luego serán comercializados de forma fresca, en conserva, deshidratados o congelados, ese es uno de los principales valores añadido de esta empresa extremeña, ser capaz de surtir durante todo el año de productos silvestres. Además de Extremadura, venden al resto de España y a toda Europa, siendo Alemania, Francia y Suiza sus principales clientes.
La seta extremeña se diferencia porque tiene mucho sabor, aunque dependiendo de la zona de recolección la altitud varía y puede variar sus características, como bien dice Martín, "no es igual una seta del Valle del Jerte en Cáceres, que otra del sur de la provincia de Badajoz.
Según Julián Martín, este año la campaña de setas ha sido difícil, de la variedad de boletus "casi no hay", aunque las últimas lluvias van a favorecer a otras variedades como el níscalo, del que se espera buena campaña.
Además de las setas y otros productos silvestres, esta empresa también se dedican a los productos cultivados típicos de la zona, como son los pepinillos, los pimientos, las guindillas o los tomates, en total su facturación anual suele rondar los 7 millones de euros.
De la seta afirma que es un producto enigmático, porque nunca se sabe ni dónde ni cómo va a salir, y es por ello, que es uno de los productos estrellas de esta época del año.