
"No se puede obligar a un consumidor a abonar una cuenta en efectivo si, ofreciéndose a la entrada el pago con tarjeta, no se le ha informado previamente de que esta opción no se encuentra disponible". Así de rotunda se muestra la organización de consumidores Facua antes esos "chiringuitos con el TPV 'averiado' de forma permanente" a los que señala.
En demasiadas ocasiones nos encontramos con establecimientos que, aunque lucen a la entrada la posibilidad de pagar con tarjeta, emplazan a los clientes a pagar en metálico porque su Terminal Punto de Venta (TPV), o sea el datáfono, se encuentra averiado.
Sucede con demasiada frecuencia en distintos locales y el asunto no es cosa de un día, como han podido comprobar muchos de sus potenciales clientes, sino que ocurre de continuo. Los comerciantes pretenden ahorrarse así las comisiones por cobro con datáfono y cobrar con dinero contante y sonante, que es mucho más fácil de redistribuir que a través del banco.
Facua alerta de que esta práctica está a la orden del día en algunos chiringuitos y terrazas de verano: imponen como única forma de pago la tarjeta alegando que "el datáfono esta averiado de forma permanente".
Si este hecho se señala a la entrada del establecimiento, por ejemplo junto al cartel que indica la posibilidad de efectuar los pagos con tarjeta, la cosa cambia. Pero si no se advierte en ningún caso, el consumidor no tiene por qué acceder a pagar en metálico y será él quien decida cómo quiere abonar el importe de la cuenta.
"Si en el establecimiento no aceptan el pago con tarjeta por alguna razón, debe facilitar una cuenta bancaria para que se le haga una transferencia o un número de móvil para abonar el importa adeudado el importe vía Bizum", asegura Facua.
El cartel de siempre
En el caso de que se advierta en un cartel que el datáfono está averiado, el cliente puede optar por no sentarse en ese local o bien por pagar en metálico como única posibilidad. En todo caso, es cuanto menos sospechoso que algunos establecimientos luzcan el cartel de "no se admiten pagos con tarjeta, datáfono averiado" o similar de manera permanente.
De hecho, en algunos casos esos carteles "están plastificados e incluso enmarcados y con polvo encima", Señala Facua.
Denuncia ante Consumo
En esos supuestos es evidente que no se trata de un fallo puntual del dispositivo de pago con tarjeta, sino de una práctica habitual por parte del establecimiento.
Por ello, Facua recuerda que los consumidores pueden denunciar los hechos ante los organismos de Consumo de su comunidad autónoma por la "posible existencia de una infracción" y también poner los hechos en conocimiento de la Agencia Tributaria, ante la posibilidad de que el establecimiento en cuestión solo acepte pagos en efectivo para aludir declarar una parte de sus ingresos.