
Las empresas españolas se están volcando en la digitalización y la venta online. Si algo quedó patente tras el confinamiento es que comprar es un requisito indispensable y la tecnología es una herramienta útil que puede utilizarse de diferentes formas.
Según los datos publicados por el INE el pasado 18 de octubre, las transacciones telemáticas representan el 20% de las ventas y un 31,6% de las empresas españolas han incorporado la venta online en sus empresas. Estos datos reflejan una tendencia de consumo de una población cada vez más acostumbrada a comprar a través de internet, lo que no deja de ser una ventaja con sus inconvenientes. ¿Quién no ha comprado alguna vez algún producto y lo que ha recibido se diferenciaba enormemente de las expectativas? Es por esta razón y por la desconfianza que generan algunas webs, que acudir a los comentarios y reseñas es lo más habitual antes de cerrar una compra.
450.000 reseñas son vistas cada día y 9 de cada 10 usuarios afirman tener en cuenta las reseñas antes de meter los productos en el carrito. Es por eso por lo que una reseña ahora mismo tiene el poder de ensalzar o destruir la reputación de un producto o servicio.
Según los datos que maneja NoFakes, empresa de certificación y gestión de reseñas, los artículos más caros son por lo general los que más afectados se ven por la proliferación de reseñas falsas. Es lógico pensar que el desembolso de una cantidad importante de dinero en móviles, tablets u ordenadores, por ejemplo, requiere un estudio de mercado por parte del usuario que implica una revisión de los comentarios de otros consumidores. Es a estos negocios de productos con un alto valor a quienes más puede afectar la nueva directiva europea sancionadora contra las reseñas falsas y quienes se benefician de ello.
Los artículos más caros son por lo general los que más afectados se ven por la proliferación de reseñas falsas
Las reseñas validadas se postulan como un salvavidas de estos negocios, ya sea porque se han visto afectados por las reseñas falsas, como si se han visto beneficiados, pero necesitan cumplir con la ley vigente y desean externalizar su proceso de validación.
Teniendo en cuenta los problemas que han tenido multitud de negocios por las reseñas falsas la regularización era un paso natural. La competencia también ha pasado al terreno digital y plagar el muro de un comercio rival de reseñas falsas es una estrategia rastrera pero efectiva en muchos casos, desprestigiando los productos y servicios de los demás para dejarles en mal lugar sin necesidad de verificar que sea una opinión fundamentada en la compra y la experiencia.
Lo mismo sucede en el mercado negro de reseñas, gente que paga para llenar su muro con buenas calificaciones y reseñas positivas sin tan siquiera haber adquirido el producto. De esta manera se falsea la autenticidad de las opiniones y se posiciona un producto en mejor lugar que la competencia de manera desleal.
Teniendo en cuenta los problemas que han tenido multitud de negocios por las reseñas falsas la regularización era un paso natural
Contra estas malas prácticas hay que posicionarse del lado del usuario, un consumidor que no merece ser engañado por realizar lo que cualquier comprador del siglo XXI haría, que no es más que comprobar las experiencias de otros usuarios antes de pagar por un bien o servicio.
Igual que antes la gente se fiaba de las recomendaciones boca a boca, ahora esperan poder confiar en el boca a boca del siglo XXI, las opiniones de multitud de usuarios con diferentes perspectivas, una herramienta exageradamente útil sin ser adulterada por malas praxis. Ahora el boca a boca se ha quedado obsoleto en comparación con la multitud de opiniones que se encuentran en internet, pero eso no quita que hoy en día no te puedas fiar de lo que lees.
Ese boca a boca que tan bien ha funcionado durante años es muy útil para los negocios, pero no tiene punto de comparación con las posibilidades que ofrece la era digital.