Cuentan en Brasil que cuando Dios creó el fútbol, al principio hizo que los mejores jugadores fueran europeos. Más tarde, cuando se alcanzó la excelencia permitió que los mejores jugadores fueran brasileños. El propio Pelé asegura que nunca habrá otro Pelé, "porque sólo hay un Beethoven o un Miguel Ángel, y tras nacer él se rompió el molde".
Enfadados, los principales países europeos protestaron a Dios después de que la selección brasileña apabullara en mundiales como el del 58 y el del 70, con tres títulos ganados entre Suecia y México. Entonces Dios les dijo: "No se preocupen, les di los mejores jugadores, pero para compensarlo sufrirán los peores dirigentes". La fábula explica por qué la liga brasileña no es una de la más grandes del mundo y por qué los mejores jugadores salen de las favelas, con la intención de escapar y jugar en otras ligas.
Los españoles hemos sufrido el castigo divino de tener los peores dirigentes del mundo. En España tenemos innumerables problemas por todos conocidos sobre nuestra situación económica. Pero hay uno mucho más preocupante que es la insostenibilidad del actual modelo de pensiones públicas, al que se pega una patada hacia adelante. En dos años, la tasa de cobertura, el porcentaje de nuestro último salario que se convierte en pensión, se ha reducido del 82 al 74 por ciento. Y no hay estudio que no recalque que este porcentaje va a continuar decreciendo y que es necesario aumentar el porcentaje que hoy representan los planes privados para complementar la pensión pública por el envejecimiento de nuestra población.
Aunque el dinero que hoy ahorramos individualmente los españoles para nuestro retiro ya supera la hucha que hay en la Seguridad Social (58.000 millones de euros), es ridículo frente a un gasto en pensiones anual que hoy es de 130.000 millones y genera déficit. Si a esto sumamos que los planes privados de empresa se encuentran estancados en 34.500 millones, no se entiende cómo los políticos del color que sean eluden el problema.
Por aquello de San Ignacio de que en tiempo de tribulación no hay que hacer mudanza se puede hasta discutir que el ministro Montoro rechace hoy la Cuenta Jubilación (una especie de cartera en la que se ahorre en todo tipo de activos financieros y se puedan trasvasar sin tributación hasta que se deja de trabajar). Han sido muchos los años en más de tres décadas de crecimiento en democracia, muy por encima del que tenían otros países desarrollados y con poca deuda, en los que los políticos podrían haber sido hormigas y no cigarras.