Un trepidante cierre de 2013 en bolsa y un arranque de año todavía más fuerte está desmontando el viejo aforismo bursátil consistente en que cuando la bolsa sube lo hace por la escalera y cuando baja lo hace por el ascensor. Por lo exagerado del alza habrá que hacer caso a analistas como Joan Cabrero, que jocosamente argumenta que es el momento de hacer fotos porque de algunas instantáneas nos acordaremos, aunque sólo sea porque en la bolsa española se pagan los beneficios más caros de toda Europa.
Lo que hemos vivido ha servido para que el Santander recupere la hegemonía de la bolsa española por capitalización. Un cetro que en los últimos dos años ha cedido a Inditex, el valor de moda en la crisis: por ser poco español en sus ventas y, sobre todo, por no incurrir en el pecado de nuestro parqué: la deuda.
Si nos retrotraemos a la foto de los inicios de nuestro Ibex, Endesa fue la compañía que se erigió como la de mayor valor bursátil. Era el Athletic de Bilbao que de las diez primeras ligas levantó cuatro títulos con el primero de sus cinco míticos: Lafuente, Iraragorri, Bata, Chirri II y Gorostiza. Endesa se estrenó en bolsa en 1988, y desde el año anterior a su segunda salida a bolsa (1994) y el inicio de su tercera colocación (1998) se convirtió en el indiscutible valor con más tamaño, y el primero que alcanzó los 10.000 millones.
El claro dominador de la bolsa española desde finales de la década de los noventa hasta mediados de la pasada fue Telefónica. En la formación, extensión y explosión de la burbuja tecnológica, Telefónica pasó de confiar todo a la dudosa creación de valor de la era Villalonga, con grandes latrocinios como Terra o Telefónica Móviles, a retornar con Alierta al marchamo del dividendo como única identidad de la compañía. Todo esto sin perder el primer puesto del ránking bursátil. Telefónica fue capaz de acaparar el protagonismo como el Real Madrid de la década de los sesenta de Di Stéfano, Puskas y Gento, que ganó ocho de los diez títulos en juego.
Tras la compra de 02 en Reino Unido, Santander le arrebató el liderazgo del valor bursátil a Telefónica, con alguna alternancia con la heredera de las matildes. Eso sí, la operadora presume de ser la primera compañía española en alcanzar los 100.000 millones de capitalización antes de la quiebra de Lehman y nunca ha renunciado a pagar dividendo real como ha hecho el banco cántabro, a través de la retribución con acciones, aunque tuviera incluso que suspender su política de retribución para controlar su deuda.
La decidida apuesta por la internacionalización deL Santander de las últimas décadas convierte al primer banco español en el Barcelona de los últimos tiempos y a Emilio Botín en el holandés errante que cambió la historia de club azulgrana. Desde que Johan Cruyff llegó como entrenador en la temporada 88, el Barcelona ha ganado la mitad de las ligas disputadas. Botín heredó un banco más de los llamados siete grandes de la banca.