

Con este escenario tan pesimista y después de los horrendos datos del mercado inmobiliario conocidos la semana pasada, muy pocos son los que apuestan por una recuperación del mercado en los tres días de esta semana recortada. Al menos, no hasta que el viernes se conozca el desempleo de diciembre en EEUU, un dato que siempre es crítico y que esta vez determinará el escenario del arranque del año.
En este caso, además, nos encontramos con unos analistas muy despistados y una enorme incertidumbre sobre el dato, así que puede salir cualquier cosa. La previsión oficial del consenso es de 62.000 nuevos empleos, por debajo de los 94.000 de noviembre. Si el dato sale peor, confirmará el escenario bajista y concederá muchas probabilidades a una recesión en EEUU. Si sale fuerte, insuflará esperanza a los alcistas, que se aferrarán a la posibilidad de que la crisis crediticia e inmobiliaria no tenga un impacto en el resto de la economía mayor del que ha tenido hasta ahora.
En realidad, las cosas son más complicadas. Si el dato de paro es malo, el mercado descontará una nueva bajada de tipos en la reunión de enero de la Fed, incluso de medio punto. Y no hay que olvidar que ha sido la política monetaria la que ha mantenido a flote a las bolsas a pesar de la crisis, por lo que ahora podría ocurrir lo mismo. Por el contrario, un dato muy fuerte puede ser recibido con caídas en el mercado porque reduce estas expectativas de recorte de tipos... exactamente igual que ocurrió en diciembre.
Aparte del dato de paro, tendremos otras referencias importantes esta semana: el ISM industrial y el gasto en construcción (hoy), los pedidos de fábrica, las ventas de automóviles y el índice de empleo de la ADP (jueves) y el ISM de servicios (viernes).
En el terreno empresarial, muchos analistas esperan que esta semana varios gigantes financieros laven más trapos sucios con nuevas provisiones de activos cuyo valor prácticamente ha desaparecido. La semana pasada, Goldman Sachs -el único que se ha librado del desastre, de momento- pronosticó mayores pérdidas para Citigroup y JP Morgan. No hay que olvidar que la temporada de resultados comienza el próximo lunes, y en consecuencia nos encontramos en etapa de preanuncios.
Para completar el panorama, el petróleo sigue acercándose a los 100 dólares en medio de unos riesgos geopolíticos exacerbados tras el asesinato de Benazir Bhutto en Pakistán.