Magníficamente restaurada, la denominada "Gioconda española" ha emergido a la luz. Antes que odiosas, las comparaciones son inevitables, por lo que desde que El Prado ha expuesto al público son muchos los que se han acercado para dictaminar cuál de las dos Giocondas es más bella.
Es un ejercicio comparativo que sólo podremos hacer -de momento- hasta el 13 de marzo porque nuestra Gioconda será trasladada inmediatamente después a la pinacoteca francesa del Louvre. Su estancia en el museo parisino obedece a la participación en la exposición temporal 'La última obra de Leonardo da Vinci. La Santa Ana', que se organiza entre el 29 de marzo y el 25 de junio.
El antes y el después de la restauración.
En estos días, junto a la obra se exhibe el estudio técnico y los detalles de la restauración que ha dado nueva luz a la "Gioconda española", que ha recuperado sus tonalidades originales. Estos trabajos han hecho emerger del fondo ennegrecido el paisaje que enmarca a la Gioconda y el estudio técnico de la obra ha desvelado que la pintura fue realizada en paralelo al retrato original de Leonardo, que se conserva en el Museo del Louvre.
La "Gioconda española" salió efectivamente del taller de genio del Renacimiento y, por lo que ahora sabemos, es la copia más antigua y la versión más importante del archifamoso retrato. Al parecer, la pintura llegó al Prado procedente de las colecciones reales españolas, germen del Museo. Aunque se desconoce el dato exacto de la fecha y forma de ingreso, El Prado cree que se trata de la obra que ya en 1666 aparecía citada en el inventario de la Galería del Mediodía del Alcázar como "un retrato femenino vinculado a Leonardo".