Ya está todo listo para que comiencen los clásicos conciertos de Navidad en la capital lusa. Como es tradición la mayoría tendrán lugar en las principales iglesias de la ciudad. Hasta el día 22 de diciembre lisboetas y visitantes podrán disfrutar de música sacra, repertorios con composiciones de Schubert, Bach, Beethoven, coros y música tradicional de diferentes culturas. Una magnífica oportunidad para conocer los monumentos religiosos de la ciudad en un ambiente entrañable.
Como novedad, este año llegan a Lisboa los "London Community Gospel Choir". Exitoso coro del Reino Unido reconocido internacionalmente por la calidad y la gran diversidad de sus melodías al igual que la riqueza de sus armonías en distintas formaciones. Realizarán una única actuación, el próximo 5 de enero, en el Auditorio del Centro Cultural de Belém.
Cascanueces, uno de los ballets más célebres.
Durante estos días, en Lisboa no sólo se puede disfrutar de buena música compuesta por los mejores compositores del mundo interpretada por grandes músicos, también podemos aprovechar nuestra visita a Lisboa para ver ballets clásicos como El Cascanueces. Su colorido y encantadores personajes nos conducen dentro de una historia repleta de aventuras, enmarcada por la inolvidable música de Tchaikovski. Sin duda, El Cascanueces es uno de los ballets clásicos más bellos y una obra que será del agrado de toda la familia.
Otro de las obras clásicas más esperadas de todo el año llega de la mano del Ballet del Teatro Nacional Ruso de Moscú, que representa El Lago de los Cisnes. Esta obra única capta la esencia, la belleza y la armonía de la música de Tchaikovski. Más de 40 bailarines pisan el escenario en esta versión de la obra con coreografía del famoso bailarín Alexei Fadeechev, que implica al público a través de una impresionante coreografía en un inolvidable cuento de hadas.
iUna escena de El Lago de los Cisnes.
Los conciertos de Navidad y estas dos impresionantes obras maestras de ballet clásico son un espectáculo que merece la pena ver alguna vez en la vida, y que mejor que en un escenario tan bello como Lisboa.