Empleo y prácticas

¿Y para qué me vale mi título?

Lo dice una de las instituciones que más sabe sobre por dónde van los tiros en lo que se refiere a demanda de empleo. El Servicio de Orientación Profesional de las Cámaras de Comercio alerta de que más de la mitad de los universitarios que acuden a él están dispuestos a aceptar un trabajo muy por debajo de su formación académica. ¿Por qué? Pues porque la conexión entre Universidad y empresa es prácticamente inexistente, algo que beneficia a los titulados en FP, cuya formación práctica acerca a quienes la poseen a la realidad de nuestro mercado laboral.

Será desencanto, cierto gusanillo por empezar a ganar pronto algún dinero o falta de paciencia. La realidad es que una buena parte de nuestros universitarios no saben qué hacer con su recién conseguido título y, quizás porque no le echan empeño o quizás porque no saben hasta dónde les puede llevar la formación adquirida, lo cierto es que en muchas ocasiones aceptan puestos de trabajo muy por debajo de su cualficación.

Así lo revela un informe realizado por el Servicio Cameral de Orientación Profesional de las Cámaras de Comercio (SCOP), que indica que durante el año 2006 más de la mitad de los universitarios que acudieron a él en busca de asesoramiento laboral terminó aceptando un empleo para el que se requería una formación inferior a la que ellos ostentaban.

Lejos de la realidad empresarial

Claro que quizás lo hicieron porque realmente las ofertas de empleo que encontraron estos recién titulados universitarios eran, en su mayoría, puestos diseñados para técnicos en Formación Profesional, una titulación para la que sí existe una gran demanda laboral.

Valeriano Muñoz, director de formación del Consejo Superior de Cámaras, apunta una respuesta que aclara esta situación. "La población universitaria española -señala Muñoz-, con casi 1,5 millones de estudiantes, es de las más altas de toda Europa; sin embargo, las universidades españolas tienen una conexión empresarial débil y existe un alejamiento entre estas instituciones académicas y la realidad económica de nuestro país".

En el otro extremo están los títulos de Formación Profesional, parece que mucho más en sintonía con lo que se cuece en la economía global. Valeriano Muñoz apunta que "por el contrario, la FP ha experimentado a lo largo de los últimos años algunas mejoras que inciden de forma favorable en el acercamiento escuela-empresa. Por ello, la demanda de esta titulación por parte de las compañías va claramente en aumento".

Respecto al tipo de empleo que más se ha creado, según los datos que recoge el informe del Servicio Cameral de Orientación Profesional de las Cámaras de Comercio, la mayor parte ha salido de pymes de hasta diez trabajadores, empresas que pertenecen, en su mayoría, a los servicios de hostelería y comercio (21,21 por ciento) y al sector financiero (21 por ciento). Los universitarios, según este informe, ocupan la mayor parte de las ofertas de administrativos y asesores comerciales.

Mayor presencia femenina

En el último informe de este organismo también se ha constatado que el número de universitarios que acude a él ha disminuido. En anteriores ediciones el porcentaje de titulados superiores que intentaban encontrar empleo a través del SCOP se situaba en un 63 por ciento, mientras que en el último ejercicio analizado esa proporción apenas superaba el 50 por ciento. De cualquier modo, éstos siguen ganando a los titulados en FP que se acercaron hasta el SCOP, una cifra que se sitúa en el 23,9 por ciento del total de demandantes.

En líneas generales, quienes más han utilizado este servicio son, además de los universitarios, las mujeres menores de 30 años (alrededor del 65 por ciento). Y por distribución geográfica, la comunidad que tuvo una mayor afluencia de peticiones fue Andalucía, seguida de Castilla y León y Murcia.

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