
Un 22% de los estudiantes españoles necesita un pequeño empujón para lograr superar con éxito sus asignaturas. La mayoría suelen confiar en conocidos, en su mayoría también estudiantes, que trabajan sin contrato y cobran en negro. Sin embargo, van ganando fuerza las clases reguladas y profesionales, que aportan un plus de calidad.
De los 7,7 millones de estudiantes en régimen general no universitarios que hay en España hasta un 22 por ciento recurren a las clases particulares o las academias para mejorar sus resultados o sus hábitos de trabajo. Así lo indica el estudio El mercado de las clases particulares a domicilio de 2011, elaborado por Educa-System, según el cuál más de un millón y medio de estudiantes reciben apoyo académico fuera del aula. Sin embargo, solamente un 7 por ciento de ellos acuden a un profesional para que les ayude. Aunque poco a poco parece que la tendencia a profesionalizar este tipo de enseñanzas va calando, de momento la inmensa mayoría, el 93 por ciento restante, siguen recurriendo a conocidos, normalmente estudiantes universitarios que desean tener algunos ingresos y que, además, trabajan sin contrato. De este modo, seguimos sumando millones y millones a los que se mueven en la economía sumergida española.
En nuestro país, la economía sumergida supone aproximadamente un 17 por ciento del PIB según un estudio realizados por profesores de la Universidad Rey Juan Carlos y publicado en Cuadernos de Información Económica de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas). De este 17 por ciento, hasta 1.800 millones de euros le corresponden al mercado no regulado de clases particulares, lo que supone una cantidad muy importante que queda fuera del marco legal y fuera del alcance de hacienda. Reducir estas cantidades sólo es posible si se profesionaliza y se regula el sector, que está amparado en un vacío legal que ni penaliza ni establece un marco de actuación claro.
Dentro del pequeño porcentaje de clases particulares regladas y profesionalizadas están las ofrecidas por Educa-System, una organización pionera de enseñanza a domicilio que aterrizó en España en 2003 y que se ha ido haciendo un hueco en el mercado de las clases de refuerzo en nuestro país. Para valorar con más criterio la situación de su sector, esta compañía ha elaborado y publicado un estudio sobre ello, el primero de estas características que se realiza en nuestro país. El informe hace hincapié en la relación entre el fracaso escolar y la baja calidad de las clases particulares. Según el estudio, el fracaso escolar ha aumentado en España hasta 4,2 puntos en la última década, y afecta ya a uno de cada tres alumnos (un 30,8 por ciento de fracaso escolar según la OCDE). Hasta 135.000 alumnos abandonan cada año los estudios antes de terminar el bachillerato, y "las clases no regladas no ayudan", expone Trivière-Casanovas, fundador y director de Educa-System.
Sin embargo, los datos que arroja el estudio son concluyentes: la tasa de éxito en los exámenes llegaría hasta el 93 por ciento si se contara con el apoyo de un profesor particular de forma regular durante dos horas a la semana a lo largo de todo el curso. Para los autores del informe es evidente que un profesor profesionalizado puede atender mejor a las demandas de padres y alumnos: lo que más valoran es la calidad de la pedagogía del profesor. "Los padres buscan, en el arranque, que el niño adquiera una metodología y aumente su autoestima; más adelante, las clases están orientadas al resultado", expone Trivière-Casanovas. "El problema es la falta de método y la falta de motivación", afirma, y ahí es donde debe trabajar el profesor particular. Si el profesor funciona, si la calidad es la adecuada, los alumnos repiten.
Según el estudio, el 40 por ciento de los alumnos piden volver a contar con el mismo docente el año siguiente. También de acuerdo con el estudio, las necesidades de los alumnos varían un poco en función se su edad y su nivel: en primaria es suficiente con dos horas semanales de lecciones, durante la ESO se aumenta hasta las tres y en bachiller se llega hasta las cuatro. Los principales malos hábitos que los profesores detectan entre los alumnos españoles es la falta de método y motivación, la dejadez y el desorden, la dispersión (a causa de agentes externos como los videojuegos o la televisión), la falta de voluntad, la permisividad de los padres y, también, el exceso de información.
MENOS PARO JUVENIL
Unido a la evidente ventaja que supondría para la economía del país en un momento como el actual el poder contar con más contribuyentes, lo cierto es que apostar por la regulación del sector podría ayudar a disminuir el paro sensiblemente, especialmente el paro juvenil. La mayoría de empleados como profesores particulares son jóvenes menores de 25 años y con alguna titulación, precisamente la franja más afectada por el paro con porcentajes de hasta el 43 por ciento. Si el sector se regulara eficazmente, se podrían llegar a crear "casi un millón de empleos", según explica Sebastián Trivière-Casanovas. "La educación a domicilio es un yacimiento de empleo claro", añade.
De hecho, los servicios a las personas están considerados por la Comisión Europea como un mercado de Nuevo Yacimiento de Empleo por su enorme potencial en este sentido. Los servicios a las personas incluyen los servicios domésticos y los servicios asistenciales, entre muchos otros. Sin embargo, en España, aunque hay mucho trabajo en este sector, no está nada regulado: más de un millón de personas trabajan en este sector en economía sumergida.
No es sencillo revertir esta situación, pero un caso de éxito en la regulación paradigmático es Francia. Con la aprobación en 2005 de la ley Borloo, nuestro país vecino reguló todo su sector de servicios a las personas. "Esta ley es muy atractiva porque permite obtener el reembolso del 30 por ciento del pago al empleado si esta transacción se declara", afirma Trivière-Casanovas. La regulación del sector ha permitido que en diez años se haya duplicado su facturación en limpio, consiguiendo pasar de 6.000 a 14.200 millones de euros. Así, estos servicios se han convertido en una de las áreas con mayor crecimiento de la economía francesa, con lo que muchas cadenas se han incorporado a operar en este sector que genera cada año 100.000 empleos en Francia. Bélgica y Suecia han seguido este modelo, y en Italia están aún en pruebas.
El sistema de Educa-System es, seguramente, uno de los más interesantes del mercado en este senido. Esta compañía ofrece a los estudiantes "talonarios" por valor de un número determinado de horas de clase de una asignatura o temática concreta; cuando los estudiantes o sus padres lo consideran necesario, canjean estos talones previamente adquiridos por horas de clase, impartidas por profesores titulados y con un contrato legal. La clave del éxito reside en que el precio final de la clase particular no sea muy superior al del mercado tradicional sumergido y que, a su vez, el porcentaje que perciba el profesional sea atractivo; es también, como decíamos, una gran ventaja que el trabajador además pueda empezar a cotizar en la seguridad social. En el caso de Educa-System, el precio por hora empieza en los 22 euros, de los cuales el profesor se queda un 60 por ciento, según Trivière-Casanovas "no menos de lo que cobra haciendo clases por su cuenta".
Pese a emplear un sistema muy poco extendido, esta empresa funciona bastante bien: desde su nacimiento en 2003, Educa-System ha impartido más de 300.000 horas de clase en todo el estado, y ha empleado a más de 6.000 profesores. Desde el inicio del actual curso académico, los docentes de esta compañía atienden a más de 2.000 alumnos y, de hecho, cada día 180 profesores se desplazan a lo largo de la geografía española para impartir clases a domicilio. En total, cada semana se desplazan entre 500 y 1.000 profesores, según si se trata de una semana corriente o de una semana previa a exámenes. Además, la compañía recibe 50 peticiones diarias de particulares que están interesados en este nuevo modo más profesionalizado de dar clases particulares. Por su parte, la compañía recibe 20 solicitudes diarias de aspirantes a docentes. Las motivaciones de los docentes son muy variadas, e incluyen desde la vocación o la voluntad de adquirir experiencia docente a la necesidad económica, que es la más predominante. Según el estudio de Educa-System, los profesores que se dedican a las clases particualres suelen compaginar estudios superiores de diversa índole o bien una jornada laboral intensiva con la realización de las clases a domicilio, es decir, suponen un sobre sueldo.