Política

El nuevo PSOE pierde su perfil federal en favor de Sánchez y de la militancia

  • La votación sale adelante, pero sólo vota un presidente autonómico
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Foto: EFE

Este fin de semana Pedro Sánchez culminó su reconquista socialista. El Comité Federal del PSOE, máximo órgano del partido entre congresos, se reunió este sábado en Aranjuez (Madrid) para aprobar el nuevo reglamento que desarrolla los estatutos de la formación y que dará más poder a la Ejecutiva de Pedro Sánchez y a la militancia en detrimento de los barones.

Más allá de las nuevas normas de la casa socialista, que fueron adelantadas el pasado lunes por el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, la cita estuvo marcada por las ausencias y por los silencios de algunos personajes clave. Faltaron al cónclave cuatro presidentes autonómicos socialistas, la andaluza Susana Díaz, el valenciano Ximo Puig, y la balear Francina Armengol, que tenían agenda institucional ese mismo día, así como el asturiano Javier Fernández, que ya no lidera la federación asturiana y, por lo tanto, no es miembro nato del Comité, aunque podría haber asistido si así lo hubiera querido.

Ninguna de estas federaciones ha presentado objeciones al texto y ninguno de sus representantes pidió el turno de palabra en el encuentro, un silencio tan abrumador como significativo de un PSOE donde se desvanece el perfil federal a favor de un modelo más vertical y sustentado en dos grandes poderes: el secretario general y la militancia. "Un PSOE cercano a sus militantes es un PSOE cercano a sus votantes", dijo Sánchez durante su discurso.

El reglamento, que refuerza la autoridad de la Ejecutiva Federal, cuyo criterio prevalecerá frente al de las direcciones regionales, fue aprobado por unanimidad y sin abstenciones. Pero tan sólo votó un presidente autonómico, el extremeño Guillermo Fernández Vara. Los demás o no acudieron a la cita o se fueron antes de la votación, como fue el caso del aragonés Javier Lambán y el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page. Los dirigentes socialistas reconocen que Sánchez se ha ganado su derecho a marcar el rumbo socialista tras su rotunda victoria en las primarias (un 50,26 por ciento de los votos frente al 39,9 de Susana Díaz), pero también advierten de que serán las urnas las que cifrarán "el éxito o el fracaso" del modelo, apuntó Lambán.

Objetivo: 2019

Con los barones críticos replegados en espera de qué dicen los votantes sobre el nuevo PSOE, Pedro Sánchez tiene el control garantizado hasta las autonómicas, locales y europeas del próximo ejercicio.

Con ese objetivo ya fijado, el líder socialista reconoció abiertamente que arranca oficialmente la ofensiva electoral. Una lucha en la que redobla la presión contra el PP y contra Ciudadanos, a los que acusó de protagonizar la "pugna neoconservadora de las dos derechas. Y es que ese es, precisamente, uno de los pilares de la estrategia de Sánchez, que, a puerta cerrada, pidió a los suyos aprovechar esta peleo en el lado conservador para imponerse en las urnas.

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