Política

Sánchez pide acabar con la "nostalgia" en el PSOE y cree que Zapatero y González le apoyarían "con 35 años menos"

  • Respuesta la candidatura de Susana Díaz y al aparato del partido
El aspirante a liderar el PSOE de nuevo, Pedro Sánchez, anoche en Canarias. Imagen: EFE

El ex secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, pidió este martes que las primarias no se conviertan en un "ejercicio de nostalgia" del PSOE, sino que sean el "kilómetro cero" del cambio que necesita el país, y se mostró convencido de que los expresidentes del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero y Felipe González apoyarían su candidatura "con 35 años menos".

En un acto celebrado anoche en La Laguna (Tenerife) ante casi unas 500 personas y que contó con la presencia, entre otros del vicepresidente del Cabildo, Aurelio Abreu, el exdiputado nacional, José Segura o el concejal lagunero Javier Abreu, Sánchez se refirió al apoyo que han prestado expresidentes y exsecretarios generales a Susana Díaz, diciendo que los socialistas se sienten "orgullosos" de su gestión, pero remarcando que "ellos, con 35 años menos", estarían apoyando su candidatura.

Sánchez, que fue recibido con mensajes de 'no a las gestoras' -en Canarias hay una a nivel regional y otra insular-, señaló que el PSOE debe ser "patrimonio de la militancia y no de la alta dirigencia", y aunque "algunos se molestan", no ocultó que su candidatura es "de la militancia" que quiere un PSOE "a la izquierda, autónomo, creíble y coherente", donde no "depongan" al secretario general.

En esa línea, apuntó que "la elección es sencilla", entre un partido "anclado en el siglo XX" u otro abierto al siglo XXI, donde el voto del secretario general "valga lo mismo que el militante".

Dijo que en su partido "no hay ni buenos ni malos, sino buenas y malas conductas", y en ese sentido, admitió que no le gustó lo que pasó en el Comité Federal de octubre ni "para qué se hizo", para abstenerse en la investidura de Rajoy.

Una alianza como en Portugal

No obstante, apostó por "pasar página" pero devolviendo al PSOE "a la senda de la izquierda y la autonomía y el empoderamiento de la militancia".

Como ejemplo de los nuevos tiempos, destacaó que en Holanda la socialdemocracia "se ha derrumbado" y en Portugal los socialistas suben en las encuestas, insistiendo en que la gran coalición "es una gran contradicción" porque lo que hace es "desdibujar" el proyecto socialdemócrata.

Por eso, dijo que la "solución" es lo que ocurre en Portugal, donde hay un presidente socialista con apoyo de fuerzas progresistas, reivindicando un PSOE "ganador" pero "unido" a ideas y convicciones, no a la derecha. "Así no ganaremos", explicó.

Pidió que expliquen "por qué se abstuvieron" los que ya tienen candidatura, e incidió en que el partido vive una "encrucijada" porque solo hay dos opciones, la de la abstención o "ser alternativa" a Mariano Rajoy.

Sobre su proyecto, dijo que el PSOE debe ser "referencia" para la gente joven frente a la austeridad de la derecha, que los ha condenado al "precariado y la emigración", y en cuanto a la regeneración, se apoyó en el discurso del 15M para "blindar la democracia de corrupción" y acabar con las "puertas giratorias".

Conquistar el futuro

Reclamó que el PSOE vuelva a ser "el partido de la izquierda" pero actualizado al siglo XXI, dando respuesta a "nuevos retos" como la digilitalización de la economía, el terrorismo o el cambio climático. "Tenemos que reivindicar los valores de la Revolución Francesa, libertad, fraternidad e igualdad", apuntó.

Sánchez solicitó que la igualdad sea "política de Estado" y que se "mime" a pequeños territorios y alejados como Canarias, donde reconoció su carácter ultraperiférico y exigió un sistema electoral "distinto".

Asimismo, abogó por el "entendimiento entre distintos" para resolver la crisis territorial de Cataluña o la laicidad del Estado.

Pidió "mirar al futuro" y no tanto al pasado aunque estén "orgullosos", ya que la gente vive con "angustia" el presente. "Debemos hablar de lo que vamos a hacer, conquistar el futuro y no que las primarias sean un ejercicio de nostalgia del PSOE", explicaó.

Sobre Cataluña, dijo que va a un "callejón sin salida" por la irresponsabilidad de los políticos catalanes y la "inacción" de Rajoy, y pidió al PSC que ayuden a impulsar el cambio.

Se reivindicó como un "político libre" y valoró las consultas a la militancia, que deben ser "obligatorias" después de las elecciones. "Esto no es un partido asambleario, sino consultar las decisiones con la máxima autoridad, la militancia", zanjó.

Unidad y democracia interna

Además, pidió "unidad y democracia interna", descartando que haya enemigos internos porque el "adversario" es el PP, criticando que se cuestione permanentemente al secretario general, porque es una "debilidad" para el partido.

Dijo que se gobierna "desde La Moncloa, no desde el Parlamento", y se ha preguntó qué hubiera pasado si Podemos hubiera apoyado su investidura. "Estaríamos cambiando España", señaló, incidiendo en "qué ha cambiado" en los últimos meses porque "Bárcenas está en la calle, no ha devuelto el dinero y Rajoy en La Moncloa".

Sánchez dijo que pagó "un alto precio" por ser "coherente", y por ello pidió que todos estén "detrás" del nuevo secretario general cuando acaben las primarias. "Quien gana en las primarias es el PSOE, seré el secretario general de los 180.000 afiliados voten a quien voten", apuntó, subrayando que un PSOE "sin líder" solo beneficia a Rajoy.

En esa línea, ha dicho que quiere "llegar al corazón" de los progresistas españoles para acabar con la España "de blanco y negro" de Rajoy, apuntando que las primarias deben ser el "kilómetro cero" de una ola de cambio "imparable" que nace de las bases socialistas. "Si cambiamos el PSOE dejaremos España en las mejores manos", ha explicado.

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